El conjunto de los residuos urbanos es un problema y la concienación es la base para que funcione, pero en un municipio con miles y miles de chalets con su jardín, los restos que generan esos jardines, son un problema más. En Xàbia llevan años con soluciones provisionales a la espera que el Consorcio de Residuos decida que tiene que hacer.

Al año en Xàbia se producen unas 22.000 toneladas de residuos procedentes de los jardines y por eso el Consistorio habilitó un terreno alternativo en febrero para recogerlos. Fue tras dos meses de incendio en la planta de Ramblar, donde se acumulaban hasta entonces miles de metros cúbicos de restos de podas. Un terreno alternativo no acondicionado, con una caseta de obra, un baño químico y un hidrante por si pasara algo..

Pero esta semana los jardineros han sufrido las inclemencias del tiempo y de una planta que opera en precario. Las lluvias del domingo y del lunes inundaron los accesos y el Ayuntamiento decidió cerrar la planta. Solo entraban los camiones del servicio de recogida de la basura. Los accesos al terreno también están impracticables, están prácticamente al nivel del cauce del río Gorgos y tampoco están adecentados, es un camino de tierra.

Algunos jardineros explicaron a Levante-EMV que al estar cerrado no podían tirar los residuos y se lamentaron que el Ayuntamiento "no ofrezca ninguna alternativa". La única opción es acumularlo en sus propias casas o tirarlos en los Punts Verds con lo que se atienen un jardinero "a una fuerte sanción".

En la parcela la empresa Abonos Orgánicos Montagut asume la transferencia del residuos verde, debe someterlo a un tratamiento mínimo y llevárselo a "planta propia o ajena" para su tratamiento posterior (para su eliminación). Percibe por cada tonelada que se lleva unos 40 euros.

Paralelamente el gobierno local ha convocado recientemente el concurso público para el diseño del proyecto de la planta, pese a estar en funcionamiento, la instalación no cuenta con un solo permiso. En el proyecto se habla de crear una plataforma de hormigón de 6.000 m2 adecuada para el trasiego de maquinaria y camiones, el acondicionamiento de los accesos y el vallado perimetral de toda la parcela. Igualmente se recoge que el proyecto deberá incluir la "legalización de las instalaciones". Esto es la tramitación necesaria para obtener los permisos de funcionamiento de la Conselleria. Unos papeles que el anterior vertedero no tenía y eso que llevaba muchos años en funcionamiento.