«Su memoria sigue viva», proclamó el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, del PSPV. El homenaje del domingo a los 49 republicanos por la dictadura de Franco en el paredón del cementerio de Dénia cobró un sentido especial. Recordar a las víctimas de la represión es imprescindible. La recién aprobada Ley de Memoria Democrática les da la visibilidad que se les ha escamoteado durante años. Así lo subrayó el alcalde. Afirmó que este homenaje anual es «siempre conmovedor y está cargado de una tristeza inevitable». Pero ahora también late «la esperanza». La Ley de Memoria Democrática «llega más de 40 años tarde, pero supone reparar la gran catástrofe moral que se permitió en este país al esconder a las víctimas de la barbarie», destacó Grimalt.

Los asistentes, cada año más numerosos, leyeron en voz alta los nombres de los 49 asesinados. Ante el muro «herido» por las balas, habló un año más Fernando Oltra Cardona, un vecino de Pego de 89 años a cuyo padre fusilaron aquí. Se echo en falta a Ximo Sala, que también era fijo en este homenaje (a su padre también lo mataron en este paredón). Falleció en el año 2000. Tenía 87 años.

El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, durante el homenaje A. P. F.

Fernando Oltra recordó la terrible represión que sufrió toda su familia. A su abuela y su tía las raparon al cero. A él, que entonces tenía 14 años, lo encerraban todos los sábados en la perrera de Pego. Su delito: haber cogido unos higos de una higuera. Escuchar a Fernando es revivir la brutalidad. Este homenaje a las víctimas es un acto de justicia histórica.

El alcalde de Dénia (también asistieron los de Ondara, José Ramiro, y el Verger, Juan Chover, así como concejales de Dénia, Pedreguer y Pego) subrayó que la Ley de Memoria Democrática es «más necesaria que nunca» para frenar «el populismo y la extrema derecha que hacen tambalearse los valores democráticos y las libertades por las que murieron las 49 personas a las que hoy homenajeamos».