Los costes energéticos del suministro del agua suben y los ayuntamientos y las empresas concesionarias se enfrentan a la disyuntiva de subir o no la tarifa. El gobierno de Calp (PP y Ciudadanos) ha aprobado esta semana un incremento de 14,52 euros al año en el tramo de consumo más habitual. Dénia, en cambio, no toca la tarifa.

La empresa concesionaria de suministro en Dénia, Aqualia, ha pedido que se incrementara la tarifa en un 10,5 % para hacer frente al aumento del 12,8 % de la inflación, el Índice de Precios al Consumo (IPC) desde agosto de 2019.

Pero el consejo de aguas ha decidido por unanimidad que la tarifa se queda como está. El déficit en la explotación de 2022 se sufragará con fondos propios de la sociedad de aguas de Dénia (la integran el ayuntamiento y la concesionaria). La cantidad que se destinará a enjugar esas pérdidas que no se cargarán a los vecinos es de 428.706 euros. La sociedad aguas de Dénia lo abonará en dos plazos, uno en noviembre de 350.000 euros y el otro en enero.

En Calp, el "agujero" por el incremento de los costes energéticos supera los 500.000 euros. El agua que sale de los grifos en este municipio procede del pozo Lucifer, en la Vall de Laguar.