La contradicción es enorme. El extraordinario éxito del Mercat del Riurau de Jesús Pobre, autogestionado y ejemplo de que es posible librarse de los intermediarios e impulsar una nueva economía ecológica y rural, se ha convertido en su maldición. Los coches tienen la culpa. La policía local ha detectado que las bolsas de estacionamiento ya no dan más de sí y que se aparcan los coches indebidamente en el casco urbano y en los accesos y salidas de este pueblo (es una entidad local menor que depende de Dénia). El próximo domingo estos problemas podían agravarse. Coinciden, como todos los primeros domingos de mes, el Mercat del Riurau y la Fira de Brocanters. Es sinónimo de visitantes en tropel.

La junta vecinal de Jesús Pobre ha difundido un comunicado en el que avisa que el Mercat del Riurau del 4 de diciembre se suspende. Advierte de que se ha podido "sobrepasar el techo de carga" de tráfico y aparcamiento. Y concreta que la decisión de suspender el Mercat del Riurau obedece a "motivos de seguridad". La Entidad Local Menor solicitará un estudio e informa policial sobre si es viable celebrar el mismo día el mercado y la Fira de Brocanters y sobre la posibilidad de habilitar nuevas bolsas de aparcamiento.

El riurau es una construcción tradicional con historia (la de la pasa) y con mucho encanto A. P. F.

El Mercat del Riurau tiene un encanto especial. Se celebra en el riurau del Senyoret, una construcción tradicional convertida en símbolo de la economía ecológica, rural y colaborativa que abandera Jesús Pobre. Cada domingo acuden muchísimos visitantes que compran directamente de los productores las hortalizas y elaboraciones artesanales y de primera calidad. El pasado fin de semana, por ejemplo, el maestro chocolatero Toni Garsi, de la Vila Joiosa, elaboró allí mismo turrón a la piedra. Mientras, se podía comprar mermelada elaborada en Xaló, aceite de la almazara d'En Nazarí, de Tàrbena, miel de Segària, cocas y panes de "blat de la Marina" (la recuperación del trigo es otro proyecto gestado en Jesús Pobre), vinos como el de les Freses, de viñas de les Valls del Montgó, o zumo de granada. Además, artistas de la Marina Alta montaron sus puestos y el creador de Xàbia Miguel Ángel Miguel esculpió con su motosierra magníficas piezas de madera de animales. El Mercat de Jesús Pobre es también un foco de cultura.

Los productos del terruño triunfan en Jesús Pobre A. P. F.

Este mercado ha dado con la fórmula del éxito. Suspender la edición del próximo domingo es un toque de atención. Quizá ha llegado el momento de reflexionar y de poner coto a tanto coche. La apuesta de Jesús Pobre por la sostenibilidad no se aviene bien con esa invasión a motor. Eso sí, cada vez son más los visitantes del Mercat del Riurau que acuden en bicicleta. Eso hay que fomentarlo.