Los vecinos de Xaló están en vilo. Se suceden los asaltos a casas de campo. El puesto de la Guardia Civil se centra sobre todo en tareas administrativas. El aumento de la inseguridad preocupa extraordinariamente. De ahí que los concejales de Xaló hayan decidido manifestarse el próximo 10 de diciembre ante la Subdelegación del Gobierno en Alicante. Exigirán que se destinen más guardias civiles a la Vall de Pop. Esperan que a la convocatoria se sumen los vecinos.

En los últimos diez años, se ha reducido el número de guardias civiles en los pueblos del interior. El gobierno de Xaló afirma que en el puesto de Xaló la actividad es "simbólica (básicamente administrativa y no diaria)", mientras que en el cuartel de Benissa "se presta cada vez menos servicio". "En caso de aviso nocturno a la Guardia Civil desde el Vall de Pop, los agentes deben desplazarse desde los cuarteles de Moraira o Calp". El viajes es, como mínimo, de media hora.

La concentración servirá para reclamar que Xaló disponga de una patrulla nocturna.

La reivindicación no es nueva. El alcalde de Xaló, Joan Miquel Garcés, ya indicó a este diario la pasada semana que ha enviado varios escritos a la Subdelegación del Gobierno. Desde el ayuntamiento, se admite que en los últimos días se ha visto una presencia mayor de patrullas de la Guardia Civil debido al "incremento alarmante de robos en casas de Xaló". "En cualquier caso es insuficiente".

El ayuntamiento ha reforzado la presencia de la Policía Local, sobre todo los fines de semana. Pero la plantilla es de 5 agentes, que ya están realizando las horas máximas permitidas.

También se está vigilando de forma más intensa los caminos de Xaló. Los ladrones dan golpes exprés y huyen a veces incluso a pie. La policía local ya ha logrado dibujar un primer perfil de los cacos.

Además, se ha contratado vigilancia privada. El ayuntamiento está estudiando colocar cámaras de vigilancia en lugares estratégicos. Pero el sistema no puede estar operativo de la noche a la mañana.

Mientras tanto, se recomienda a los vecinos que nunca se enfrenten a los asaltantes y sí llamen inmediatamente a los teléfonos de emergencia. También se les pide que trasladen a las fuerzas de seguridad sus sospechas o posibles pistas. Igualmente, se insiste en que no hay que culpar a quienes pasean por los caminos. Es cierto que hay alarma, pero eso no justifica que se sea extremadamente receloso y que se desconfíe del primero que pasa.