Mujeres arquitectas en la Marina Alta: "Te perjudica desconectar para ser madre; luego tienes que empezar de cero"

"Les desconcertaba que una mujer joven diera órdenes en una obra". Remedios Giner, arquitecta de éxito en la Marina Alta que ha proyectado bellas casas en Calp (integradas en el paisaje y desde las que se atisba el litoral desde el Penyal d'Ifac al Cap d'Or de Moraira) y ha realizado la rehabilitación funcional del nuevo ayuntamiento de Benissa, ha explicado hoy claramente lo que le cuesta a una arquitecta joven ganarse el respeto y luego el reconocimiento en un sector, el de la construcción, muy masculinizado. Ella pertenece a una saga de arquitectos y ha desvelado que cuando llegaba con su padre a una obra le decían a éste si ella era su secretaria.

Mientras, Isabel Sendra, que es de Pego, ha estado siempre muy vinculada a la Vall d'Alcalà y ahora es la arquitecta municipal de Ondara, ha relatado lo difícil que fue reengancharse al oficio después de parar durante 6 años para ser madre y cuidar a sus dos hijos. "Soy autónoma y la ayuda que recibí esos años era de 400 euros al mes. Cuando decidí volver, en plena crisis, los salarios estaban por tierra y habían aumentado mucho los trámites de los proyectos. Tuve que empezar de cero. Es una cuestión que tiene que resolver esta sociedad. Quieres ser madre, pero luego te hacen sentir mal por tomar la decisión de parar. Te perjudica".

El sacrificio profesional que hacen las mujeres para ser madre existe en todos los oficios, también, claro, en el de arquitecta.

Isabel ha realizado la rehabilitación de la iglesia de Beniaia, en la Vall d'Alcalà, y afirma que le apasiona restaurar viviendas. "Me emociona comprender que allí vivía gente y volver a darle a ese espacio nueva vida".

Remedios Giner, Isabel Sendra, Adriana E. Ludueña, Sirine Ghadban, Beatriz García y Dalia Alba son seis arquitectas de éxito de la Marina Alta. Algunos de sus proyectos se exponen ahora en la sede de Dénia del colegio de arquitectos de Alicante.

Estas seis jóvenes arquitectas están marcando el paso del oficio en la comarca. Demuestran sensibilidad por la historia. Las rehabilitaciones exploran lenguajes como el de revestir de una especial "piel" los edificios, un rasgo de los proyectos de Beatriz García. La "piel" subraya la historia del espacio y hace que el uso antiguo quede evocado en la nueva funcionalidad (un ejemplo claro es la restauración de la lonja de Dénia, ahora Museu del Mar).

También destacan en la integración paisajística. Dalia Alba, que es de Benissa, diseña casas en la costa de líneas rectas, claras y sencillas que se funden con la naturaleza, el mar y el cielo.

Otra "obsesión" de estas arquitectas es la de crear espacios que respiren vida. Nada es ostentoso ni gratuito. Como buenas arquitectas, logran conjugar perfectamente sencillez, habitabilidad y belleza.