El trenet “slow” de la Marina: los 22 kilómetros entre Dénia y Calp en 54 minutos

La asignatura pendiente tras recuperar el tren es reabrir las estaciones de Gata, Teulada, Benissa y Calp

Los viajeros, muchos de ellos jubilados, bajan del tren esta mañana en Dénia

Los viajeros, muchos de ellos jubilados, bajan del tren esta mañana en Dénia / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

El día después de que el tren regresara a Dénia, cuando ya se ha apagado el traqueteo de los discursos, es el momento de subirse de buena mañana al histórico “trenet de la Marina” (se puso en marcha en 1915) y dejarse llevar. La primera sensación es que este ferrocarril nunca será una flecha.

Los trabajos de modernización (el Consell ha invertido 150 millones) perseguían más que nada hacer segura la línea entre Dénia y Calp. Hace 6 años largos, cuando se cerró, los viaductos de metal del Ferrandet y el Quisi estaban corroídos por la herrumbre. Los raíles con traviesas de madera eran de otro siglo. El “trenet” recorre, además, una orografía abrupta (la ladera de la Serra d’Oltà, las escarpadas partidas de Benissa o la Garganta de Gata) y era urgente consolidar los terraplenes.

La estación de Benissa, cerrada y con las puertas y ventanas tapiadas

La estación de Benissa, cerrada y con las puertas y ventanas tapiadas / A. P. F.

Está claro que el “nuevo” trenet ya no es aquel ferrocarril fatigado que traqueteaba sin parar de antes de finales de julio de 2016 (fue entonces cuando se suspendieron los viajes), pero la vía estrecha y el terreno no dan para acelerar mucho. Siempre será un tren “slow”, es decir, pausado y con espíritu de tranvía (en el tramo urbano de Dénia es tranvía con todas las de ley y cuenta con dos nuevas paradas: Bosc de Diana y Pedrera-Vessanes). Ese carácter de ferrocarril al trantrán se ve más claramente a media mañana. Ya ha cambiado el perfil de los pasajeros. La mayoría son jubilados (numerosos residentes extranjeros). Viajan sin ninguna prisa.

La plataforma y una de las pilas del nuevo viaducto que se está construyendo para salvar el barranco del Quisi de Benissa

La plataforma y una de las pilas del nuevo viaducto que se está construyendo para salvar el barranco del Quisi de Benissa / A. P. F.

Los viajeros más madrugadores sí van más apurados. Sobre las 7.45 llega el tren a Dénia y bajan jóvenes con patinetes eléctricos. Son estudiantes y tienen el tiempo justo para llegar al instituto. En esos trenes más madrugadores, también viajan trabajadores.

Los viajeros al bajar del tren en Teulada para hacer el transbordo

Los viajeros al bajar del tren en Teulada para hacer el transbordo / A. P. F.

El “trenet” que ha salido esta mañana de Dénia a las 7.50 ha tardado 54 minutos en llegar a Calp. La distancia es de 22 kilómetros. El transbordo obligado de Teulada (los viajeros bajan de los modernos convoyes duales eléctricos y diesel y se suben a los de toda la vida) se hace rápido. En la estación, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha colocado una pasarela provisional para que no quede un escalón de aúpa entre el andén y los antiguos vagones, que tienen las puertas a más altura. Esos trenes diesel, más ligeros, pasan sin problemas por el rehabilitado viaducto del Quisi, en Benissa. Eso sí, rechinan en las curvas. Se nota la diferencia entre los convoyes nuevos, que se deslizan, y los viejos, que, cansados, tembletean.

El interior de uno de los viejos convoyes

El interior de uno de los viejos convoyes / A. P. F.

Los viajeros observan por las ventanas lo avanzadas que están las obras de construcción del nuevo puente del Quisi, el que permitirá que los trenes modernos hagan más camino (también están pendientes de rehabilitar los puentes del Mascarat y de l’Algar). Llama la atención los modernos y gigantes capiteles de las siete pilas y dos estribos que aguantarán una pasarela que ya empieza a tomar forma.

El tren en la estación de Dénia antes de iniciar el trayecto de las 7.50 horas

El tren en la estación de Dénia antes de iniciar el trayecto de las 7.50 horas / A. P. F.

Una asignatura pendiente del “trenet” entre Dénia y Calp es el de la reapertura de las históricas estaciones. Están cerradas las de Gata (también se tiene que restaurar), Teulada, Benissa y Calp. En esta última, se echa mucho en falta el bar cuya terraza se asomaba al litoral y al Penyal d’Ifac. Al menos en la estación calpina están abiertos los aseos.

La histórica estación de Calp, cerrada

La histórica estación de Calp, cerrada / A. P. F.

La vuelta desde Calp a Dénia en el tren de las 9.44 se demora un poco más. El transbordo en Teulada se hace más largo. El tren dual tarda esta vez ocho minutos en llegar. El viaje se va a los 58 minutos.

No son, desde luego, tiempos supersónicos. Sí queda claro que esta línea cumple una importante función social. Su uso va a ir a más. Los jóvenes, usuarios potenciales, están por el tren. Interpretan de forma distinta la movilidad. Se suben al “trenet” con sus patinetes eléctricos y bicicletas.

Usuarios del tren se suben al vagón con sus bicicletas eléctricas

Usuarios del tren se suben al vagón con sus bicicletas eléctricas / A. P. F.

Este histórico ferrocarril es para recrearse. En esos algo más de 50 minutos, el viajero descubre la diversidad paisajística y los contrastes (y contradicciones) de la Marina Alta. La vía abraza el Montgó entre Dénia y Gata de Gorgos. Pasa junto a la antigua fábrica de Portland, un fantasma industrial que una empresa quiere convertir en hotel y residencia de mayores. También atraviesa el campo de golf de la Sella. Tras dejar atrás Gata, el tren se adentra en la Garganta y al viajero le sorprende el monstruoso mordisco que le ha dado la cantera a la montaña. En Teulada, el tren pasa junto a viñedos. En Benissa, se atisba el mar y el Penyal d’Ifac. Este escarpado tramo va entre bancales (muchos abandonados) de “pedra seca”. El convoy se mete luego en la frondosa pinada de la Serra d’Oltà y, tras dejar Calp atrás, “flota” sobre el afilado desfiladero del Mascarat.

El lecho del río Gorgos y, a la izquierda el Montgó, al dejar el tren atrás Gata

El lecho del río Gorgos y, a la izquierda el Montgó, al dejar el tren atrás Gata / A. P. F.