Nieve medicinal. Una bendición. El negro paisaje se ha transformado. Hoy es blanco. La nevada de hoy en las montañas de la Marina Alta y el Comtat ha caído precisamente en las 12.150 hectáreas arrasadas por el incendio que se desencadenó el pasado 13 de agosto en la Vall d'Ebo por un rayo. Entonces le desastre vino del cielo. Hoy la medicina tambien ha caído del cielo.
La nieve sana la gran herida del fuego. La lluvia provoca erosión y arrastres de tierra. En cambio, la nieve se derrite más lentamente y cala más y mejor en unas montañas que todavía están cubiertas de ceniza. El agua filtra poco a poco.
Los pueblos más castigados por el fuego son los que hoy han visto como su paisaje cambiaba radicalmente. Ha nevado con intensidad en la Vall d'Ebo, Alcalà de la Jovada, Beniaia, Tollos, Benimassot o Fageca.
En el puerto de Tollos, hoy cubierto de nieve y donde era muy complicado circular en coche, la nevada ha sido fenomenal. Las imágenes de después del incendio, cuando la montaña era cenizas y esqueletos de árboles calcinados, contrastan con las de hoy. Un manto blanco cubre la tierra herida.
La naturaleza es sabia. La nieve ayuda a regenerar estas montañas. Además, pone de nuevo en el mapa esta geografía amenazada por la despoblación. Hay esperanza tras el fuego.