Las espesas nieblas que estos días se están formando en el litoral de la Marina Alta (el contraste entre el mar frío y el aire caliente provoca una fuerte condensación) tienen historia. Los piratas y bandoleros «emergían» de la bruma y saqueaban los pueblos. Hay una arquitectura que está vinculada a estas nieblas y a las amenazas de las crueles razias. Es la arquitectura de las «cases fortes».
En Xàbia, se conservan cuatro de estas construcciones. Están declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) y dos de ellas se hallan en estado de ruina. La casa del Torroner, una construcción con una esbelta y rotunda torre, es muy singular, pero se cae a trozos. La cubierta se ha venido abajo totalmente. La riada de 2007 (esta casa forta está junto al río Gorgos) se llevó un pedazo de muro.
Estas casas con aire de castillo son un patrimonio de gran valor arquitectónico que remite a un pasado en el que las nieblas daban miedo. Ahora las brumas son una curiosidad atmosférica. Lo que asusta es el deterioro imparable de esas casas históricas en las que la población se ponía a salvo de los ataques de los piratas.