La otra cara (la buena) del alquiler turístico en Dénia: deja al año unos ingresos de 237,6 millones de euros

No es oro todo lo que reluce. El alquiler turístico, cuando se desmadra, genera problemas de convivencia en los barrios. Ese ir y venir de turistas con muchas ganas de fiesta quita el sueño (literal) a los vecinos de siempre. Además, el auge del alquiler vacacional incide (pero menos de lo que se cree) en la inflación inmobiliaria, en que estén por las nubes los precios de compra y alquiler habitual de la vivienda. Pero el alquiler turístico también "rescata" casas que llevaban años cerradas y genera un chorro de ingresos. En Dénia, el "oro" de esta actividad ya está negro sobre blanco. El alquiler turístico deja en la ciudad cada año nada menos que 237,6 millones de euros. El total de los ingresos anuales por pernoctaciones turísticas en Dénia llegó en 2023 a 469,4 millones. Los turistas extranjeros son los que más gastan en alojamiento turístico: 346 millones al año.

El alquiler turístico "todavía" no es un problema en Dénia. "Todavía". El gobierno local (PSPV y Compromís) llega a tiempo. Quiere que esta actividad siga generando riqueza sin convertirse en un nido de conflictos. De ahí que haya suspendido durante un año los nuevos permisos para vivienda vacacional en su centro urbano (solo en el centro urbano y no en les Marines, el Montgó o les Rotes, barrios con más vocación turística). Además, encargó un estudio sobre el alquiler turístico a la Universitat d'Alacant. Ese diagnóstico se presentó ayer en el Consell d'Urbanisme. Su coordinador, el profesor Armando Ortuño, y la concejala de Territorio, Maria Josep Ripoll, explicaron al detalle la realidad del alquiler turístico en Dénia y las medidas que se proponen para evitar que esta actividad se descontrole, se convierta en un incordio para los vecinos y amenace la identidad turística de la ciudad.

Una de esas medidas será la de promover el alquiler habitual. Para ello el ayuntamiento creará una línea de ayudas para rehabilitar las 5.551 viviendas vacías que hay en Dénia. Sí, 5.551 están cerradas a cal y canto. El diagnóstico saca a la luz ese parque inutilizado de vivienda. La concejala de Territorio precisa que será "condición sine qua non" para optar a las ayudas que luego esas casas se saquen a alquiler habitual, lo que paliará el problema que repiten los vecinos de que en Dénia es casi imposible alquilar a precio asequible un piso o una casa para todo el año.

Esas 5.551 son muchas. En la ciudad hay 45.237 viviendas, de las que 17.649 son residencia principal y 22.037 residencia secundaria. En 2011, una buena porción de Dénia tenía la llave echada. Había 13.585 viviendas vacías. El alquiler vacacional ha tenido un impacto positivo en abrir y poner en uso casas sin vida.

Otra medida que propone el diagnóstico es la de establecer un tope de plaza de alquiler turístico en cada uno de los barrios de Dénia. Ahora mismo el barrio más tensionado es el de Baix la Mar. Hay 50 plazas vacacionales por cada cien habitantes. Ese es el tope que no debería superarse nunca. De hecho, el estudio plantea que la horquilla máxima se sitúe entre las 30 y 50 plazas. Ahora mismo la legislación más restrictiva, la de Catalunya, pone un techo de 40 plazas por cada cien habitantes. Esa regulación se plasmará en la ordenación pormenorizada del nuevo Plan Estructural de Dénia, que lleva en vigor desde hace algo más de un año.

Más alquiler habitual que turístico

El ayuntamiento está ahora en el momento idóneo para que el fenómeno del alquiler vacacional siga siendo un maná de ingresos y no se convierta en un problema. Tiene abierta la ventana del pormenorizado, el instrumento que marcará en cada barrio el tope de alquiler vacacional (más permisividad en zonas con vocación turística y menos en los barrios residenciales).

Además, Armando Ortuño subraya que en Dénia todavía no ha ocurrido que la vivienda turística supere a la de alquiler habitual. "No estamos ahí. Cuando eso ocurre sí que puede ser nocivo", advierte el experto.