“L’escaldà” y la “pansa” no tienen fronteras: de la Marina Alta y el Mediterráneo a Afganistán, Irán, Sudáfrica o Australia
El historiador de Pedreguer Josep Marqués Costa abre el foco sobre el estudio del fenómeno cultural y agrícola más singular de la comarca y demuestra que en regiones remotas e incluso en las Antípodas se ha escaldado y se escalda la uva con técnicas similares a las valencianas
El trabajo, titulado “Tractat de l’escaldat del raïm i la pansa de lleixiu: agricultura, història i cultura”, ha ganado el XVIII Premi d’Investigació Vila de Teulada

Vero Martínez, Raúl Llobell, el historiador Josep Marqués, quien sostiene su libro, y Rosa Seser / A. P. F.

Tesoro, legado, patrimonio. Uno de los méritos de esta investigación es el de sacudirle a estas palabras la connotación de exclusividad y el ligero aire de codicia (“¡mi tesoro!”, que diría el Gollum de “El señor de los anillos”). “L’escaldà” y la “pansa” no tienen fronteras. Quizás es una hipérbole decir que este manifestación cultural y agrícola tan arraigada en la Marina Alta es universal. Pero lo que el historiador, arqueólogo y profesor de Pedreguer Josep Marqués Costa reivindica y demuestra es que la riqueza de la etnografía reside en abrir el foco, en superar visiones egocéntricas y rastrear (y encontrar) incluso en las antípodas maravillosas evidencias de que el mundo es un pañuelo y que las calderas de escaldar la uva también bullen (y el proceso siempre tiene algo de magia y ritual) en las regiones más remotas.
Josep Marqués Costa desconfía de las ideas preconcebidas. Al investigar “l’escaldà del raïm”, tradición declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial en 2018, se cuestionó incluso aquello que se tenía por seguro, que esta técnica era exclusiva de la Marina Alta y del Mediterráneo. El hecho de que en el siglo I Columela y en el XII Ibn Al-Awwam, ambos sabios agrónomos de la Antigua Roma y del Al-Andalus, describieran con pelos y señales en sus tratados de agricultura el proceso de “l’escaldà” ya revela que se conocía en vastos territorios.
Josep Marqués activó el radar y… ¡eureka!
“Tractat de l’escaldat del raïm i la pansa de lleixiu; agricultura, història i cultura” es el título del magnífico libro que ha escrito el historiador. La obra, que ha ganado el XVIII Premi d’Investigació Vila de Teulada, la han editado el Ayuntamiento de Teulada y el Institut d’Estudis Comarcals de la Marina Alta (esta entidad, con más de 600 socios, es un extraordinario catalizador cultural).
La pasa de la Marina viajó desde los puertos de Dénia, Xàbia y Gandia al mundo a finales del siglo XIX y principios del XX, la gran época de la exportación de un producto agrícola exquisito y energético.
La pasa incluso está en la literatura. Daniel Defoe, en “Robison Crusoe”, escribió: “Y llegó la época de secar la uva y colgaron tantos racimos al sol que, si hubieran estado en Alicante, donde se producen las pasas, habrían llenado setenta u ochenta barriles…” La cita abre la investigación de Josep Marqués.
El historiador explora. “Viaja” a las antípodas. Traza el atlas de “l’escaldà”. Demuestra que esta tradición cultural conecta a la Marina Alta con el mundo. Ya de entrada, en la portada de su “tratado” (esta palabra es un homenaje a los muchos tratados de agricultura que el autor ha consultado), Josep Marqués rompe esquemas. La lámina bien podría reflejar una jornada agrícola en la Marina Alta (bancales, muros de “pedra seca”, la vendimia, la era, la elaboración de la “pansa”), pero la escena es de Pantelleria, en Italia.

Dibujo de G. Bartoletti sobre la elaboración de la pasa en Pantelleria, Italia / Colección J. M. C.
“L’escaldà” es mediterránea, pero también trasciende este espacio geográfico. Josep Marqués la localiza en Kandahar (Afganistán), en el Kurdistán iraní, en Exeter (California), en Mildura (Australia), en la India o en el área entre el río Orange y el Cabo Septentrional de Sudáfrica. Eso sí, en cada una de estas regiones las técnicas son ligeramente distintas. En Calabria (Italia), los racimos de uva se atan y, tras escaldarlos en la caldera, se cuelgan de un armazón, especie de tendedero, a secar al sol. En Afganistán, los racimos se desgranan antes de escaldar la uva. “L’escaldà” es, desde luego, un mundo.

El autor mostró documentales de la elaboración de la pasa en Calabria (los racimos, tras "l'escaldà", se cuelgan) o Afganistán / A. P. F.
Esta investigación, al dibujar una suerte de mapamundi del proceso agrícola más singular y enraizado de la Marina Alta, abre todo un horizonte. No hay fronteras para el estudio de la pasa.
"Atzebib", otra denominación de la pasa
Marqués reivindica la denominación medieval de la pasa, “atzebib”, de etimología, claro está, árabe.
El libro lo presentaron ayer en la biblioteca de Teulada el autor, la presidenta del IECMA, Rosa Seser, la concejala de Cultura, Verónica Martínez, y el alcalde, Raúl Llobell. Acudió numeroso público. “L’escaldà” interesa. Es un patrimonio de la comarca y del mundo. Un tesoro compartido.
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