"Vino a Calp a rezar por su difunta hermana y no había ni lápida"

«Vino a Calp a recordar su infancia y a rezar por su hermana difunta, que estaba enterrada en el cementerio, y vio que la lápida había desaparecido». El concejal responsable del cementerio de Calp, Marco Bittner, del PSPV, pidió ayer en el pleno a los otros ediles que se pusieran en la piel de ese ciudadano francés que vivió la conmoción de descubrir que los restos mortales de su hermana ya no estaban en el nicho en el que se le dieron sepultura en 1973. Bittner recordó que este ciudadano acudió al cementerio un domingo y, al día siguiente, fue a la alcaldía a pedir explicaciones. La familia había comprado el nicho a perpetuidad, es decir, por 99 años.

El concejal socialista defendió que este caso y el otro de exhumación ilegal (un exconcejal del PP y un funcionario fueron condenados a dos años y medio de prisión por sacar los restos del alemán Herman August Wilhelm para enterrar a la abuela del trabajador municipal) justifican que el ayuntamiento cree una comisión de investigación. «Incluso parece que puede haber más casos», afirmó.

El pleno aprobó, de hecho, crear esa comisión para esclarecer por qué se exhumaron a esos dos difuntos. En ambos casos, sus familiares habían adquirido los nichos a perpetuidad.

El portavoz del PP, Miguel Crespo, consideró que no hay indicios suficientes como para iniciar esa investigación. Especuló con que esta comisión le suena a «caza de brujas».

El concejal responsable del cementerio le respondió que investigar estos hechos no es una caza de brujas, sino que persigue reparar «un daño moral». «Estas familias merecen que se les explique qué ha pasado. Confiaban en que sus seres queridos descansaran eternamente en el camposanto calpino».

La alcaldesa, Ana Sala, afirmó que la investigación no va contra nadie. El portavoz del gobierno y de Compromís, Ximo Perles, dijo que ojalá solo se hayan producido estos dos casos.