La doble lucha de la familia Llidó, la de Antoni en Chile y la de su hermana Pepa por la justicia y la memoria

La historia del cura y maestro de Xàbia asesinado hace ahora 50 años por la dictadura de Pinochet llega a los nuevos formatos: Greuges Pendents crea el podcast “Canviar la vida. 50 anys sense Antoni Llidó”

Mario Amorós y Joan Garcés destacan que el proceso judicial iniciado por Pepa fue clave para que se arrestara al dictador en Londres, un hito en la justicia universal

Los responsables del podcast junto a Mario Amorós y Joan Garcés; en el proyector: Pepa y Antoni Llidó

Los responsables del podcast junto a Mario Amorós y Joan Garcés; en el proyector: Pepa y Antoni Llidó / Levante-EMV

Xàbia

“L’Any Antoni Llidó” deja una extraordinaria iniciativa. La historia del cura y maestro de Xàbia asesinado hace ahora 50 años en Chile por la dictadura de Pinochet llega a los nuevos formatos. Sus cartas, esa correspondencia en la que describía la miseria de los barrios pobres de Quillota, los testimonios de quienes le conocieron, los recuerdos de Pepa Llidó, su hermana, quien luchó por hacer justicia y memoria, las aportaciones del historiador Mario Amorós (el gran biógrafo de Antoni) o de Joan Garcés, quien fue asesor del presidente Salvador Allende, trazan la dimensión moral del sacerdote y maestro, su compromiso y su convicción absoluta de que la educación es la vía para que los desfavorecidos conquisten la dignidad y el futuro.

Las cartas, los testimonios, las investigaciones... dan vuelo al magnífico podcast que ha creado Greuges Pendents (Quico Miralles, Andrea Kruithof y Juan Cardona). El podcast se titula “Canviar la vida. 50 anys sense Antoni Llidó”. Es quizá la iniciativa con más recorrido (y trascendencia) de este “Any Antoni Llidó”. La historia del cura y maestro se narra con rigor y sensibilidad. El formato llega a los jóvenes. Los mismos autores del podcast son jóvenes que saben que el ejemplo de Llidó es universal y tiene y siempre tendrá absoluta vigencia.

El golpe de estado, la salvaje represión y la tenebrosa dictadura de Pinochet instauraron el terror y aniquilaron el progreso social.

Pero la posterior y tenaz lucha de Pepa Llidó por aclarar la “desaparición” de su hermano y luego para que se juzgara a los agentes de la Dina, la siniestra policía política del dictador, y al propio Pinochet, significó rescatar la esperanza. La lucha de Pepa fue por la justicia y la memoria.

Hito en la justicia universal

Y eso es lo que destacan el historiador Mario Amorós, autor de la biografía “Antoni Llidó, un sacerdote revolucionario”, y Joan Garcés, quien fue asesor del presidente Salvador Allende. Coinciden en que el proceso judicial iniciado por la familia fue clave para que en 1998 se detuvieran, por una orden del juez Baltasar Garzón, a Augusto Pinochet en Londres. Se le acusaba de genocidio, terrorismo internacional, torturas y desaparición de personas. Ese arresto marcó un hito en la justicia universal. No se llegó a extraditar al dictador a España. Y murió en 2006 sin ser juzgado y condenado.

Pepa Llidó estuvo este viernes en la mesa redonda de los jóvenes de Greuges Pendents (presentaron el podcast) y de Mario Amorós y Joan Garcés. La Casa de Cultura volvió a llenarse al igual que en la anterior convocatoria, a la que acudieron muchos vecinos de Balones y Quatretondeta, los pequeños pueblos del Comtat que Antoni Llidó contribuyó a transformar (dio clases a jóvenes que luego decidieron estudiar en la universidad). “L’Any Antoni Llidó” ha avivado el interés por saber más del sacerdote. Los actos, vista la respuesta de público, se han quedado cortos. Empezaron en octubre y terminan con la exposición artística “Al voltant d’Antoni Llidó” (se puede visitar hasta el 25 de enero).

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