A puñaladas con un compañero de piso en Benissa tras ponerse a gritar de noche por el balcón

El acusado niega la agresión y asegura que la víctima y su primo eran quienes le atacaron y tuvo que huir saltando a la calle

El acusado sentado en el banquillo custodiado por la Policía en la Audiencia Provincial.

El acusado sentado en el banquillo custodiado por la Policía en la Audiencia Provincial. / Héctor Fuentes

J. A. Martínez

J. A. Martínez

La Fiscalía de Alicante ha mantenido la acusación por intento de asesinato a un hombre juzgado por acuchillar a su compañero de piso en Benissa. Por estos hechos reclama la pena de seis años de prisión y la sustitución de la condena por la expulsión del territorio nacional. Una pelea ocurrida en plena noche que se desencadenó cuando la víctima le recriminó que se hubiera puesto a gritar desde el balcón en plena noche. El juicio quedó este jueves visto en la Audiencia Provincial de Alicante, donde el acusado se presentó como la víctima, diciendo que el agredido había sido él y negando haber atacado a nadie con un cuchillo durante la disputa.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 27 de agosto de 2023, en el piso en el que acusado, la víctima y un primo de este último convivían en el municipio de Benissa. El procesado llegó en estado de embriaguez en plena noche y desde el balcón empezó a gritar a las personas que paseaban por la calle. Los compañeros de piso se levantaron para decirle que dejara de armar ruido porque no les dejaba dormir, hecho ante el que este reaccionó violentamente y acabó acuchillando a uno de ellos, según el testimonio que prestaron los perjudicados.

Sin posibilidad de defensa

Para la Fiscalía se trata de un intento de asesinato, porque el ataque se produjo para que la víctima no pudiera defenderse, a pesar de que las puñaladas no llegaron a causar lesiones mortales, ni heridas de gravedad. En primer ligar, porque el ataque se produjo en la oscuridad, ya que era de noche y no había luz en la viviendo, y la víctima no pudo ver a su agresor en un primer momento. Y en segundo, lugar porque se usó un cuchillo de doce centímetros de hoja, un arma con las que podría haber causado la muerte de su víctima, en el caso de que las puñaladas hubieran sido certeras. La intervención del primo de la víctima evitó que el acusado le asestara una segunda puñalada. Este acudió después de haber escuchado los gritos.

El acusado, que hasta ahora se había acogido a su derecho a no declarar, aseguró ayer en el juicio que él fue el agredido. Según su versión, entre la víctima y su promo comenzaron a golpearle, hasta el punto de que tuvo que tirarse por la ventana hacia la calle para evitar que siguieran agrediéndole. Más tarde se entregó a la Policía. «Yo no he hecho nada. Vine a Europa para trabajar, pero mis papeles en Francia caducaron», aseguró durante su turno de última palabra, donde reiteró que al víctima y su primo le atacaron y le quitaron 300 euros.

Defensa

La defensa planteó que el acusado padece un trastorno límite de la personalidad y que no es imputable penalmente, circunstancias sobre las que no se presentó ningún informe en el juicio. De hecho, la Fiscalía planteó aplicar una eximente incompleta, aunque recalcó en su informe que optaba por reclamar la expulsión del acusado del territorio nacional con la prohibición de poder volver a entrar a España durante diez años.

Por su parte, la defensa ha solicitado la libre absolución del encausado al considerar que no había quedado probada la cuchillada y que los compañeros de piso habían incurrido en contradicciones. Para la defensa, no puede haber alevosía y por tanto intento de asesinato, puesto que el procesado no era consciente de sus actos por el trastorno que sufría, por lo que debía concedérsele la eximente completa por enfermedad mental.

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