Renaturalizar Dénia: liberar de pinos el castillo y conectar con la vía verde avenidas que ahora son "un infierno"

Jaume Pérez Rosado, graduado en ciencias ambientales que ahora está cursando un máster de sanidad vegetal, le saca los colores a su ciudad: demasiadas jacarandas y árboles y plantas alóctonos y pocos algarrobos, madroños, carrascas y moreras

Y tras esa marañan de pinos, está el castillo

Y tras esa marañan de pinos, está el castillo / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

El itinerario de todos los días fue una suerte de epifanía. Jaume volvía a casa del instituto caminando por la Avinguda d'Alacant. Era mediodía y el sol caía a plomo. Ni una mísera sombra. "Era infernal", recuerda. Y quizá entonces, al patear su ciudad, esa Dénia de la jungla de asfalto y abrasada por olas de calor que con el cambio climático son el pan nuestro de cada día, descubrió su vocación. Este joven es graduado en ciencias ambientales y ahora está cursando un máster de sanidad vegetal. En el verano de 2023, logró una beca municipal y llevó a cabo un inventario de arbolado y vegetación del castillo de Dénia y otras áreas arqueológicas. Massu Sentí, la jefa del área de arqueología y museos, vio que Jaume Pérez Rosado era un investigador exhaustivo y con las ideas muy claras.

Jaume Pérez Rosado, el joven graduado en ciencias ambientales que imagina una Dénia renaturalizada y más preparada para el cambio climático

Jaume Pérez Rosado, el joven graduado en ciencias ambientales que imagina una Dénia renaturalizada y más preparada para el cambio climático / A. P. F.

Además, le saca sin miedo los colores a Dénia. Incluso afirma que al nuevo Plan General Estructural debería incluir una apuesta más decidida por renaturalizar la ciudad, por sembrar vegetación autóctona y liberar las calles, plazas y parques de especies alóctonas y de floraciones aparatosas. La jardinería jacarandosa y exótica (tan de moda siempre en los chalés y urbanizaciones, donde los propietarios quieren tener verde en dos días) no le pega nada a una Dénia que debe reivindicar su genuino patrimonio vegetal y arbóreo.

Recuperar las moreras de la Vía

Jaume Pérez Rosado ha realizado una excelente y concienzuda propuesta para reverdecer con "trellat" Dénia. Lo presentó ayer en la biblioteca municipal. La sala estaba repleta de vecinos que patean las calles y buscan la agradable sombra. Dénia es una ciudad para caminar y pasear. Estos vecinos también recuerdan aquella barbaridad que se perpetró en 2002 en la calle La Vía: se arrancaron las históricas moreras y se cercenó una de las imágenes urbanas más arraigadas.

Este joven plantea conectar la Avinguda d'Alacant, ahora inhóspita y en la que escasea el verde (hay, sí, jacarandas), con la Vía Verde (antiguo trazado del ferrocarril Dénia-Carcaixent). Eso se logra introduciendo en esta avenida de mucho tráfico carrascas, madroños, acebuches o algarrobos, que son árboles autóctonos y resistentes a las sequías. También se tendrían que ampliar las aceras.

Este itinerario enlazaría con la calle La Vía, donde Jaume Pérez propone intentar recuperar las moreras y la "identidad" de este espacio urbano.

Luego, en enclaves de Dénia con gran valor arqueológico e histórico, como el lienzo occidental del Fortí (zona ahora de gran expansión urbanística) y el castillo, también hay que sustituir la vegetación de malas hierbas que ahora invade monumentos y vestigios y sembrar arbustos y flores del Mediterráneo.

El lienzo del Fortí, zona arqueológica repleta de "malas hierbas"

El lienzo del Fortí, zona arqueológica repleta de "malas hierbas" / A. P. F.

El joven experto advirtió de que "la pinada masiva" impide ver el castillo desde lejos. Esos pinos eran verdes y ahora, con la sequía, el estrés hídrico y plagas como la del "tomicus destruens", están marrones y muertos. Dijo que existe el peligro de que los pinos se desplomen. Además, sus raíces dañan las estructuras históricas. Aboga por plantar lentisco, aladierno, lavanda, acebuches o brezo (Erica multiflora). Este último arbusto, muy presente en el Montgó, echa unas preciosas flores blancas y rosadas.

Identidad natural y cultural

Jaume Pérez Rosado imagina una Dénia con identidad cultural y natural y que recupera la flora autóctona. Es un meticuloso investigador y en esta propuesta ha combinado el trabajo de campo y la utilización de herramientas informáticas y geográficas que ayudan a descifrar el territorio. Afirma que esa renaturalización mitiga efectos del cambio climático como los de las islas de calor. "Pero lo más importante de todo es la educación ambiental", advierte este joven graduado en ciencias ambientales, que defiende una ciudad con más biodiversidad y que favorezca la polinización.

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