Vuelve "Casa meua": Homenaje a El Sequer de Jesús Pobre y a su sabrosa cocina de arroces y pescado de lonja

La familia Fornés protagoniza el 20 febrero la primera cita de la temporada del gran ciclo de la gastronomía comarcal que organizan Els Magazinos de Dénia y cervezas Turia

"Casa meua" llega a El Sequer, el restaurante que la familia Fornés regenta desde hace 25 años

"Casa meua" llega a El Sequer, el restaurante que la familia Fornés regenta desde hace 25 años / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Jesús Pobre

"Qui té pansa, té dansa". Pues eso. "L'escaldà del raïm" es un ritual familiar. Abuelos, nietos y toda la familia se juntan para llevar a cabo este proceso casi mágico de la transformación del dulce moscatel en pasa, la golosina de la Marina Alta. En el restaurante El Sequer de Jesús Pobre, la familia Fornés muestra esa tradición de hacer piña y "comboi". Las fotografías que cuelgan en las paredes reflejan escenas de "l'escaldà". Y ese espíritu familiar de arremangarse todos y de compartir las faenas y los afanes es el que ha seguido vivo en la hostelería más auténtica de la Marina Alta.

Vuelve "Casa meua és casa teua", el extraordinario ciclo que organizan Els Magazinos de Dénia y cervezas Turia y que es un homenaje a esas familias que han logrado que la gastronomía de la comarca sea la expresión de un territorio y que se nutra de recetas tradicionales y únicas. "Casa meua" celebra también la hospitalidad y la alegría de esos restaurantes que llevan la tira de años dando de comer maravillosamente bien. No hay ciclo más sabroso que éste. Son sabrosos, claro está, los platos (lo mejor de cada casa) y es sabrosa la conversación y el ambiente de amistad y gratitud.

El Sequer, un nombre que alude al "sequer de pansa" que estuvo en la casa donde ahora se halla el restaurante

El Sequer, un nombre que alude al "sequer de pansa" que estuvo en la casa donde ahora se halla el restaurante / Levante-EMV

Y vuelve "Casa meua" y la primera familia que abre las puertas de su restaurante es la familia Fornés de Jesús Pobre. El matrimonio de Maite Alberola y José Jaime Fornés abrió este restaurante en enero del año 2000. Sí, el cumpleaños es redondo: 25 años. Maite venía de una familia hostelera, la del bar Pedro, también de Jesús Pobre (el tercer bar de este pequeño pueblo es el Rosita).

El nombre del restaurante estaba claro desde el principio. Maite y José Jaime decidieron que fuera El Sequer. Antes, en esta casa que ahora acoge el amplio y luminoso establecimiento de hostelería, estaba el "sequer" de "pansa" de la familia Fornés. Las fotografías rememoran aquellos años. Todavía hoy, en la terraza, los fundadores y sus hijos (Jordi Fornés es el que lleva ahora el restaurante; su hermano, Jaume, también echa una mano) sacan los cañizos con la uva. La escaldan en la fiesta popular que a finales de agosto se realiza en el gran riurau de Jesús Pobre. Los clientes se sorprenden. "Algunos incluso nos preguntan si lo que está allí, secándose al sol, son aceitunas", comenta, divertido, Jordi Fornés.

El nombre era casi obvio. Pero no lo era tanto la cocina que podía ofrecer este restaurante en un pueblo pequeño y en el que los embutidos, "les xulles", la carne a la brasa y las cocas ya eran la especialidad de los otros dos negocios de hostelería. Y la familia Fornés, quizá inspirada por esa brisa marina que hace que el moscatel de la Marina sea diferente a todos (un levísimo matiz salino), pensó que los puertos pesqueros de Dénia y Xàbia estaban a un paso y que en Jesús Pobre, el "rovellet" de la Marina (este pueblecito encarna la esencia rural de la comarca), podía funcionar la cocina marinera. "Sí, apostamos por los arroces y el pescado fresco de lonja. Siempre nos han dicho que nuestro "arròs a banda" y el "arròs melós de cigaletes i rap" están buenísimos", afirma Maite.

Jordi acude a la lonja y compra pescado fresquísimo. Maite hace los rebozados (el "peixet", los escombros o los calamares) con un finísimo velo de harina de garbanzo. Los clientes lo agradecen. Esta crujiente cocina de los rebozados no pierde ni una pizca de sabor y es apta para celiacos.

Maite es una excelente cocinera y también baila con el Grup de Danses de Jesús Pobre

Maite es una excelente cocinera y también baila con el Grup de Danses de Jesús Pobre / Levante-EMV

La familia admite que los primeros años fueron difíciles. "Éramos nuevos y había dos restaurantes muy consolidados. Jesús Pobre es un pueblo pequeño y teníamos que hacernos nuestra clientela", explica Jordi. "Al principio es verdad que venía mucha gente por la novedad. Pero hay que mantenerse y no te puedes encantar ni un momento", apunta Maite. Y El Sequer hizo más que ganarse un hueco. Esos 25 años que ahora ha cumplido confirman que Maite y José Jaime tuvieron mucho ojo. "Y ahora es una satisfacción, desde luego, ver que los hijos siguen el negocio", recalca, llena de orgullo, Maite.

Este restaurante (y los otros dos) también han contribuido al buen momento que vive Jesús Pobre, un pueblo que es el "rovellet", la esencia de la comarca.

Otra imagen de la familia y el trabajo tradicional de la pasa

Otra imagen de la familia y el trabajo tradicional de la pasa / Levante-EMV

Un menú que hace la boca agua

La cena en El Sequer será el jueves 20 de febrero. El menú hace la boca agua. La familia Fornés servirá pinxo de polp, torta d'espencat, montadito de sobrasada con miel, figatell con cebolla caramelizada, tabla de quesos, croqueta de rabo de toro, carpacio de ternera, calamar plancha, fritura de pescado, rabo de toro al Pedro Ximenez, entrecot de vaca gallega trinchado y, de postre, crema catalana. Hay que reservar ya. Jordi Fornés anuncia, además, que habrá una gran sorpresa.

El Sequer "té pansa i té dansa". Y vuelve "Casa Meua" para dar a conocer esas sencillas historias, las de las familias y los restaurantes, que hacen grande la gastronomía de la Marina Alta.

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