CRISIS EN LOS SERVICIOS SOCIALES

Xàbia prescinde de una trabajadora social a pesar de estar en cuadro la plantilla que atiende a los más vulnerables

La funcionaria interina contaba con una planificación de citas agendadas hasta febrero y se daba por hecho que seguiría en la plaza hasta septiembre

El departamento de Servicios Sociales se ha quedado bajo mínimos tras cesar 13 empleados

La entrada al edificio de Servicios Sociales de Xàbia

La entrada al edificio de Servicios Sociales de Xàbia / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Xàbia

Preguntó y repreguntó. Y la respuesta era siempre la misma: ella y otra compañera no estaban en el mismo supuesto que el resto de los interinos del Contrato Programa que habían reforzado los Servicios Sociales de Xàbia y que cesaron el pasado 31 de diciembre.

Mi vocación es ayudar a los demás y me duele que los Servicios Sociales, que son un pilar básico en el sistema de bienestar, se queden desatendidos. Supone un perjuicio para los vecinos del municipio y para las trabajadoras que se quedan”, advierte R. G.

A mitad de diciembre el departamento se reestructuró internamente para cubrir las atenciones de 2025 tras el cese inminente de 11 de sus interinos. Esta funcionaria sí seguía. Todos lo tenían claro.

Mi vocación es ayudar a los demás y me duele que los Servicios Sociales, que son un pilar básico en el sistema de bienestar, se queden desatendidos. Supone un perjuicio para los vecinos del municipio y para las trabajadoras que se quedan”

Para los ayuntamientos es un drama la temporalidad a la que se ve sujeta su plantilla por los Contratos Programa que dependen de la Generalitat, que es la que aporta la financiación para esta vital colaboración con los municipios. La propia conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda afirma que este instrumento es esencial para atender a los más vulnerables. El Contrato Programa 2025-28 sigue en el aire y los equipos de Servicios Sociales están en cuadro y desbordados.

En Xàbia, además, se ha prescindido de una trabajadora social a la que se le aseguró que ella sí continuaba. En su departamento y en el propio ayuntamiento se daba por hecho que seguía hasta septiembre. Ya tenía planificación de citas hasta febrero. Tras la restructuración por los ceses, se le había asignado cubrir citas de atención primaria. Su labor era esencial. Pero, en plena crisis de personal y de atención a quienes más lo necesitan, también se la ha despedido.

R. G. explica que hubo varias reuniones con las concejalas de Personal y de Servicios Sociales. Le aseguraron que continuaba. Incluso se citó por email a los 11 funcionarios que acababan el 31 de diciembre, pero no a ella ni a otra compañera, que estaba en el mismo supuesto de acabar en septiembre. Pero luego a ellas dos también las cesaron el 31 de diciembre. Ese día el departamento de Servicios Sociales perdió a 13 trabajadores. Terrible. De la noche a la mañana, el departamento más importante del consistorio se quedó mermadísimo, bajo mínimos.

El caso de esta funcionaria interina era, en principio, diferente al de resto de trabajadores del Contrato Programa. Ella y otra compañera entraron en una tanda diferente. Tomó posesión en septiembre de 2021 vinculada al “programa de apoyo al equipo social base apoyo a programas de dependencia, radars y servicio de ayuda a domicilio”. Este pasado mes de diciembre, su coordinador le encomendó cubrir citas en atención primaria. Pero ya no ha podido ni atender las primeras citas que tenía programadas (a partir del 8 de enero). La grave carencia de personal ha supuesto también que se tenga que cerrar la zona básica de atención del núcleo urbano del Arenal.

“Me cesaron sin preaviso y estando en los días que me quedaban de vacaciones. Antes había preguntado si yo también terminaba el 31 de diciembre y me aseguraron que mi situación era distinta y que no me preocupara porque ponía muy claro en mi toma de posesión que seguía hasta septiembre”, afirma R. G., la trabajadora social a la que el ayuntamiento despidió sin tener en cuenta que Xàbia se queda sin una profesional de referencia menos para atender a las familias y vecinos más vulnerables.

Trabajo esencial

Otros ayuntamientos han mantenido el refuerzo de trabajadores sociales al considerar necesaria la labor que realizan. Una vez más, no ha ocurrido en Xàbia y por la inacción se ha perdido la oportunidad de mantener a empleados que, en principio, podían seguir realizando un trabajo esencial.

Esta funcionaria recibió el 3 de enero la notificación de la Seguridad Social informando de su baja en el ayuntamiento. La cesaron sin el preaviso legal pese a las múltiples confirmaciones de que tenía contrato hasta septiembre. No le especificaron el motivo de su cese por escrito. Presentó una instancia en el consistorio para que le aclararan qué pasaba.

La respuesta ha sido trasladarle un acuerdo de pleno del 25 de noviembre de 2021 en el que se indicaba que ella también terminaría, si no se renovaba el Contrato Programa, el 31 de diciembre de 2024. No obstante, R.G asegura que no sabía que existía dicho acuerdo de pleno, que ese cambio en su contrato nunca antes se le había comunicado y, de ser así, nunca recibió dicha comunicación. Recalca que se le confirmó reiteradamente su permanencia. Considera extraño que, desde 2021, no haya habido ninguna mención explícita de dicha comunicación a pesar de las innumerables conversaciones con el departamento de Recursos Humanos a lo largo de estos tres años y pese a haber preguntado expresamente por su continuidad.

Si se hubiese seguido el ejemplo de otros municipios no estaríamos en esta situación ya que se podría haber subrogado al personal en pro de los vecinos y los servicios públicos. Los mayores perjudicados son, una vez más, los habitantes del municipio de Xàbia.”

“A mí el daño ya me lo han hecho. Planificas tu vida en función del trabajo y un hecho así de drástico te deja descompuesta y puede llegar a hundirte si no estás fuerte en ese momento. Sólo espero que el ayuntamiento no actúe igual con nadie más y se preocupe más por sus ciudadanos y sus trabajadores”.

Quedarse inesperadamente sin trabajo es, desde luego, una faena. Ella es de València y se trasladó a la Marina Alta cuando le surgió este trabajo. Tiene una menor pendiente de matricular en el colegio. Ha renunciado a empleos en otros ayuntamientos dado que tenía una mayor continuidad en Xàbia. Actualmente tiene un piso alquilado (y ya se sabe que en la comarca los alquileres están por las nubes) y le tocará seguir pagando ya que su situación actual no le permite encontrar alquiler. Se ve obligada a quedarse en una provincia que no es la suya, sin trabajo ni redes de apoyo.

“Si se hubiese seguido el ejemplo de otros municipios no estaríamos en esta situación ya que se podría haber subrogado al personal en pro de los vecinos y los servicios públicos. Los mayores perjudicados son, una vez más, los habitantes del municipio de Xàbia.”

Familias vulnerables y pobreza

R.G. sabe que la realidad de Xàbia es muy distinta a la que se vende de pueblo turístico en el que todo el mundo vive desahogado. Hay muchas familias vulnerables y en situación de pobreza a las que quedarse sin profesionales de referencia les puede suponer la diferencia entre poder hacer frente a las necesidades básicas o no. De igual forma ocurre con la situación de personas mayores que viven en extrema soledad y que necesitan agilidad en los trámites, principalmente de dependencia. El paraíso que Xàbia refleja es una fachada. De ahí que urja contar con una plantilla potente y consolidada de profesionales de los Servicios Sociales que no se vea amenazada continuamente por la temporalidad a la que exponen a sus trabajadores.

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