Nueva protesta contra la tala de árboles en las plazas de Benidoleig

La reivindicación arraiga. Poco a poco. Los vecinos quieren más árboles y menos hormigón. Advierten de que el cambio climático y la obligación de crear espacios de sombra, naturales y frescos, eso que se ha venido en llamar "refugios climáticos", obligan a repensar los pueblos, a preservar las zonas verdes y a introducir más vegetación. Ese debate está muy vivo en Benidoleig.

Un grupo de vecinos se resiste a que se talen árboles para convertir las plazas, en este caso la plaza de la Diputación, en espacios de hormigón, hierros y toldos. Los toldos son una buena solución para dar sombra en las calles, pero si hay árboles y son ejemplares adultos y que forman parte de la vida de un pueblo (los talados en la plaza de la Diputación tenían más de sesenta años), hay que preservarlos y cuidarlos. Que se cortaran los árboles de esta plaza les ha dolido en el alma a estos vecinos.

Los manifestantes "abrazaron" la plaza. Son conscientes de que hay quien en el pueblo les ven como excéntricos. Pero no van a parar de manifestarse. El próximo lunes volverán a concentrarse.