Un cactus y un precinto sobre el tramo del paseo del Arenal de Xàbia que tiembla

Las baldosas de la trampilla del colector de pluviales están rotas por los embates de los temporales

El tramo precintado del paseo del Arenal de Xàbia

El tramo precintado del paseo del Arenal de Xàbia / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Xàbia

Lo que ocurre en esta tramo del paseo del Arenal de Xàbia, el más expuesto a los temporales, es bien curioso. A quienes pasean atentos al embravecido mar les sorprende, de repente, una especie de mugido. Es el ruido que hacen las olas al penetrar en la boca del colector de pluviales. Al mismo tiempo, el suelo tiembla. Tiemblan las tapas de las alcantarillas y la trampilla del colector. Ese temblor ha roto las baldosas de la trampilla.

La Policía Local ha precintado este pequeño tramo del paseo. Ha utilizado la maceta de un cactus para colocar el precinto. La imagen es curiosa. Esta parte del paseo mejoró una barbaridad cuando hace unos meses se colocó la barandilla escultórica que realizó el artista Toni Marí. La barandilla se inspira en las praderas de posidonia oceánica que mece el mar. Marí es un maestro en la ductilidad del metal.

El colector de pluviales que, en teoría, debe evitar que el Arenal se inunde cuando llueve con intensidad (el colector no da abasto) desemboca en este extremo sur del paseo. Los temporales empujan dentro arena. Cuando diluvia y hay tempestad, la capacidad de desagüe del colector se reduce muchísimo.

Peligro de traspié

El colector no se ve. Lo que sí se ve es la trampilla de las baldosas rotas y el precinto (y el cactus). Quienes pasean podían tropezar. Y también llevarse un buen susto si, de repente, notaban que el paseo temblaba bajo sus pies.

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