400 litros caídos del cielo y sin agua potable en las casas: la paradoja de la Vall de Laguar

El suministro sale turbio y no se puede beber en un pueblo que está terminando una planta de filtración para evitar estos problemas

El salto de agua de Fleix (la Vall de Laguar), en la ruta del Barranc de l'Infern

El salto de agua de Fleix (la Vall de Laguar), en la ruta del Barranc de l'Infern / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

La Vall de Laguar

Tremenda paradoja. Ha llovido una barbaridad en el interior de la Marina Alta. Los nubarrones han descargado agua a mares en la Vall d'Ebo (acumulados de 400 litros/m2), la Vall de Gallinera y la Vall de Laguar. Sin embargo, en este último municipio ayer se anunció que el agua que llega a las casas no es potable. Las lluvias han provocado arrastres de tierra en los pozos. El suministro sale turbio.

El ayuntamiento avisó ayer de que "el agua no es apta para consumo humano debido a su turbidez". También precisó que "en breve finalizarán los trabajos de la planta de filtración". Esa planta evitará que el agua salga marrón.

Agua de los pozos Lucifer a Calp

La Vall de Laguar es uno de los municipios de la Marina Alta con más recursos hídricos. Sus pozos Lucifer abastecen a Calp. Pero ocurre esa gran paradoja. Cuando llueve con intensidad, cuando el agua mana por todo el término municipal (en las numerosas fuentes) y cuando la presa d'Isbert es una rugiente cascada, las casas se quedan sin suministro potable.

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