Mazón se mete en la presa fallida d'Isbert
Las copiosas lluvias caídas en la cabecera del río Girona, con acumulados de 400 litros/m2, desbordaron este embalse construido en los años 40 y que se vacía al filtrarse el agua

Mazón, guiado por el alcalde, en el túnel que lleva a la presa / Levante-EMV

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se ha metido en el túnel excavado en la tierra y ha salido al desfiladero del Barranc de l'Infern, a ese punto en el que en los años 40 del pasado siglo, se pensó que era fácil domar aquí el agua y retenerla. Un fiasco. La presa d'Isbert fue un proyecto fallido. Hoy es un símbolo de la arrogancia humana de querer hacer del Barranc de l'Infern un manso embalse.

Alfons Padilla
La presa d'Isbert se convirtió este lunes en una estruendosa catarata. No es la primera vez. Las copiosas lluvias que el domingo empezaron a caer en la cabecera del río Girona, en la Vall d'Alcalà y la Vall d'Ebo, con acumulados de 400 litros/m2, provocaron que el agua rebasara el muro de esta presa situada en el término municipal de la Vall de Laguar.

El alcalde de la Vall de Laguar charla con Carlos Mazón / Generalitat Valenciana
El presidente del Consell ha visitado hoy la presa. La senda comienza junto a la Casa del Pantano, antigua residencia de los vigilantes de la presa convertida hoy en alojamiento rural. Luego pasa por un oscuro túnel. Sale a un paisaje agreste, encajonado. El acceso a la presa está blindado. La CHJ se cansó de que se colaran senderistas.

El presidente junto al responsable de bomberos, los diputados y el alcalde de la Vall de Laguar / Generalitat Valenciana
A Mazón lo ha guiado el alcalde de la Vall de Laguar, Juan Carlos Mengual. También han participado en la ruta los diputados del PP en Alicante Francisco Cano y Arturo Poquet, así como el inspector jefe del consorcio de bomberos de Alicante, Francisco Rubio.
Historia de un fiasco
A finales del siglo XIX, los ingenieros creyeron que sería fácil embalsar el agua aquí donde acaba el cañón del Barranc de l'Infern. Empezaron a dar forma a un proyecto que tardó en salir adelante. Las obras se llevaron a cabo entre 1928 y 1944. El talud sube 21 metros y su anchura oscila entre los 4 de la base y los 9 de la coronación. La Marina Alta domeñaba el agua del río Girona. El embalse se llenó, pero a los pocos días estaba seco. El agua se filtraba por las rocas calizas. En 1954, se intentaron impermeabilizar el suelo y las paredes. Nuevo fracaso.
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