Cuando la emergencia es pedalear: los ciclistas llegados a la Marina Alta emergen de la niebla en la Vall d'Ebo

Numerosos deportistas que vienen de otros países de Europa en busca del buen tiempo salieron a entrenar incluso en lo más crudo del temporal

Ciclistas que emergen de la niebla en la subida a la Vall d'Ebo

Ciclistas que emergen de la niebla en la subida a la Vall d'Ebo / Levante-EMV

Alfons Padilla

Alfons Padilla

La Vall d'Ebo

Vestidos de ciclistas (abrigadísimos con ropa térmica) y con la bici lista, esperaban a que parara un poco de llover. Y, cuando la cosa amainaba, salían, claro que salían. Han venido de muy lejos en busca del buen tiempo. Incluso en lo más crudo del temporal han dado pedales por las carreteras de la Marina Alta. Se les ha visto emerger de la densísima niebla en el puerto de montaña de la Vall d'Ebo. No ha sido la semana más propicia para hacer ciclismo. Pero es tal el tirón que este deporte tiene en la comarca que ni los nubarrones más negros asustan a estos deportivas. Y ahora hay muchísimos ciclistas hospedados en hoteles y pisos turísticos de la comarca. Vienen de otros países de Europa. Vienen decididos a dar pedales aunque arrecie la lluvia. El furor ciclista en la Marina Alta es imparable.

Y hoy ha sido aparecer el sol y salir, como caracoles, los ciclistas. Ansiaban el sol. La carretera de les Planes del Montgó (va de Dénia a Xàbia) era esta mañana un hormiguear de ciclistas. Esta subida la aprovechan los deportistas que compiten (profesionales y amateurs) para hacer series. Suben y bajan y vuelven a subir. Demarran y afinan la forma.

Algunos de los ciclistas que han ascendido hoy les Planes

Algunos de los ciclistas que han ascendido hoy les Planes / A. P. F.

Dar pedales es para estos ciclistas que vienen desde muy lejos una emergencia. Está la opción del rodillo y de entrenar bajo techo. Pero eso también lo pueden hacer en sus países. Si han viajado hasta la Marina Alta y han tenido la mala pata de toparse con la tormenta, quieren hacer carretera y ascender puertos de montaña como el Coll de Rates, la Vall d'Ebo, Bèrnia o el Miserat. Mientras la comarca estaba en vilo por las posibles lluvias torrenciales (se suspendieron las clases), numerosos ciclistas se metían el chubasquero en el bolsillo del maillot y se hacían a la idea de que volverían calados hasta los huesos.

Imagen del miércoles de la niebla en la cima del puerto de la Vall d'Ebo

Imagen del miércoles de la niebla en la cima del puerto de la Vall d'Ebo / A. P. F.

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