La Marina Alta, en la gran semana del arte contemporáneo de Madrid: Víctor Goikoetxea, artista vinculado a Xàbia, sorprende con sus esculturas orgánicas

El creador participa en Art Madrid, la feria de la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles

El espacio de la muestra "Realidad expandida"; en el centro, una de las esculturas de Víctor Goikoetxea

El espacio de la muestra "Realidad expandida"; en el centro, una de las esculturas de Víctor Goikoetxea / Levante-EMV

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Xàbia

La Marina Alta está en la apoteosis del arte en Madrid. Su semana de arte contemporáneo es mucho más que Arco. Otra gran feria es Art Madrid, que tiene lugar en la Galería de Cristal el Palacio de Cibeles. Y allí se ha colado de alguna forma el extraordinario paisaje costero de la comarca. Una escultura en concreto recuerda ese retorcido pilar natural de piedra que sostiene el arco de la Cova dels Arcs del Moraig, en el Poble Nou de Benitatxell. Esa escultura es del artista vasco Víctor Goikoetxea, vinculado a Xàbia, donde ha creado magníficos murales (homenajes a la tradición alfarera y a los pescadores) y la escultura del tenista David Ferrer.

Víctor Goikoetxea, en Art Madrid

Víctor Goikoetxea, en Art Madrid / Levante-EMV

Víctor Goikoetxea ha acudido con la galería CLC Arte. Junto a los artistas Manu Iranzo, Antonio Ovejero y Luis Miguel Rico, indaga en la relación de la realidad, la abstracción y el paso del tiempo. Esta muestra colectiva se titula "Realidad expandida: hiperrealismo y forma en evolución".

Uno de los relieves creados por el artista

Uno de los relieves creados por el artista / Levante-EMV

Los nuevos lenguajes del arte contemporáneo

El creador vasco es de natural inconformista. Su técnica es magnífica, de una minuciosidad absoluta. Su respeto por la artesanía le ha llevado al universo Dior o a recibir el encargo de la reforma integral del hotel María Cristina de San Sebastián. Y experimenta. Explora las nuevas expresiones del arte contemporáneo.

A Art Madrid ha llevado ocho esculturas, cuatro exentas y cuatro bajorrelieves. Son obras orgánicas que capturan el paso del tiempo, la erosión y la transformación. Se ha inspirado en la costa del norte y también, claro, en la de la Marina Alta.

Investiga con la materia. Y apela a la curiosidad del espectador. No se conforma con lo orgánico. La textura, el acabado, el color confieren a la obra un significado distinto, asombroso. Estas esculturas, bellísimas, también desconciertan. El artista busca ese efecto.

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