Quejas que salen a la calle en Dénia: hasta el gorro del marasmo de cables y de las dichosas toallitas húmedas

Los propios vecinos advierten del caos de cableados en las fachadas y de los tapones que crean las toallitas tiradas al retrete

Cartel en una fachada del barrio de les Roques y la maraña de cables

Cartel en una fachada del barrio de les Roques y la maraña de cables / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Dénia

Las quejas salen a la calle en Dénia. Patear y mirar. Callejear. Y observar los carteles con los que los vecinos expresan su malestar, su enfado por las malas prácticas que ensucian fachadas de barrios históricos o que taponan las "tripas" de la ciudad.

En el barrio histórico de les Roques, barrio de casas sencillas y humildes, hay vecinos que están hasta el gorro de las madejas de cables. Los cables surcan las fachadas y forman marañas complicadísimas. Son de la luz y de telecomunicaciones. Ese caos "ensucia" el barrio. Las artificiales lianas se enredan y cuelgan, pasan de un lado a otro de la calle, enturbian la belleza limpia de las fachadas encaladas.

El cartel con la foto del atasco que provocan las toallitas húmedas

El cartel con la foto del atasco que provocan las toallitas húmedas / A. P. F.

Un vecino, harto de tanto cable, ha colocado un cartel bien explícito: "Prohibida la instalación en estas casa de más cajas de distribución".

Los tapones de las toallitas

Mientras, en otra calle, en Magallanes, la calle del Mercat Municipal, la comunidad de propietarios ha puesto en el portal un cartel con la fotografía del tapón que las dichosas toallitas húmedas provocan en la arqueta de conexión de los desagües de aguas negras de la finca con el alcantarillado. Se pide a los vecinos que dejen de tirar estas toallitas al retrete. Esa mala práctica causa "indigestiones" en las tripas de la ciudad. Las toallitas, conocidas como "el monstruo de las alcantarillas", forman enormes grumos, tapones solidificados.

Los problemas urbanos están en el aire, en las fachadas, y en el subsuelo, en el alcantarillado. Los vecinos demuestran con estos carteles que quieren una ciudad más sostenible, menos enredada y más higiénica.

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