Construyen un peculiar chalé de lujo en lo más alto del acantilado de la cala del Baladrar de Benissa

Es una vivienda de apariencia achatada cuyas piezas se arraciman y están techadas con una rotunda cubierta que evoca una concha

La vivienda, encuadrada entre el Penyal d'Ifac y la Serra de Bèrnia

La vivienda, encuadrada entre el Penyal d'Ifac y la Serra de Bèrnia / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Benissa

Estos "pedestales" estimulan a los arquitectos. Se lucen. Dejan su impronta en lo más alto del acantilado. La grúa se yergue en la cumbre de este litoral, en el punto más alto de la escarpada costa del Cap Blanc (linde de Teulada Moraira y Benissa) y la benissera cala del Baladrar. El urbanismo de chalés de lujo conquista estas cimas excepcionales, miradores desde los que se domina un trecho casi infinito de costa. Desde este punto se atisba el Penyal d'Ifac, la hiperurbanizada playa de la Fossa de Calp, el litoral de Benissa salpicado de chalés. Asoman también las sierras de Oltà y de Bèrnia. La postal es insuperable.

El chalé de lujo corona el acantilado

El chalé de lujo corona el acantilado / A. P. F.

El chalé que se está construyendo no se parece a ningún otro. Y eso que aquí hay un batiburrillo arquitectónico considerable. Sobreviven algunos de aquellos primeros chalés techados con tejas y que tenían grandes porches de arcos. Pero ahora se impone la arquitectura moderna de líneas rectas y enormes cristaleras.

Grandes cristaleras de cara al mar

Esta nueva vivienda de lujo llama la atención por dividirse en piezas separadas y arracimadas. La cubierta es rotunda. Evoca una concha. Esa pétrea cubierta achata el chalé. Pero esa arquitectura hermética cambia en el flanco que mira al mar. Ahí ya no hay paredes, sino grandes cristaleras. La vivienda tiene algo de estética de observatorio.

El negocio de los chalés de lujo en los acantilados no tiene fin. Siempre hay un resquicio para seguir construyendo. De lo contrario, se echa mano de la piqueta y se derriba una casa de los 80 ó 90 para levantar otra rabiosamente moderna. Las soluciones arquitectónicas son, a veces, inverosímiles.

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