14 de abril y la Barraca: la República ondea en una humilde casa de pescadores de Xàbia

La fiesta republicana cumple 21 años y lo hace con la energía de las legumbres y los "sacramentos" laicos y sabrosos

La Barraca es un guiño al teatro universitario y popular de Lorca, Altolaguirre y Miguel Hernández

La República ondea en la cala de la Barraca de Xàbia; al fondo, el Cap Negre

La República ondea en la cala de la Barraca de Xàbia; al fondo, el Cap Negre / Levante-EMV

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Xàbia

14 de abril. Los republicanos de Xàbia no tiran la toalla. Nunca. Tras 20 años de fiesta republicana en la cala de la Granadella, este año toca "conquistar" otra cala y aprovechar la toponimia para reivindicar el brío cultural de la II República. La toponimia, sí. Hay una cala en Xàbia tan archiconocida como la Granadella. Es la Barraca, en la costa del Portitxol. Y la Barraca fue el nombre del grupo de teatro universitario que llevó la cultura a los pueblos. Aquella compañía ambulante y popular la dirigieron Federico García Lorca, Eduardo Ugarte, Manuel Altolaguirre y Miguel Hernández. Casi nada. Este año los republicanos xabiencs reivindican la Barraca.

Y humilde también es esta "barraca", casita de pescadores, donde hoy ondean las banderas de la República (y la pirata, que esta fiesta es de matute y rebelde, fiesta de absoluta desobediencia). La casita es más que centenaria. Quizá se construyó en los días de aquella II República cuyos feroces enemigos eran tan torvos como los capitostes que ahora emborrascan el mundo. Frente a tanta ruindad, la Barraca. Y la República.

Las vitamínicas legumbres de la fiesta de la República

Las vitamínicas legumbres de la fiesta de la República / A. P. F.

La fiesta también ha sido de gastronomía modesta, pero sabrosísima y vitamínica. Legumbres. Las legumbres son cultura culinaria de la buena. Estas alubias de Tolosa y su caldo espeso y de color de vino tinto alimentan la bonhomía republicana. Quien quiere las acompaña con todos sus sacramentos. No, no son los siete sacramentos de la iglesia católica. Este es otro guiño de esta fiesta laica y anticlerical. Otra bendita provocación. Los sacramentos dan contundencia a las alubias: tocino, chorizo, morcilla, berzas... El cocinero es de diez.

La civilizada costa del Portitxol

La irreductible tropa republicana se relame. Se guarece bajo un cañizo. Llueve, a ratos. Con la que está cayendo, ese frágil techado parece poca cosa. Pero los republicanos de Xàbia no tiran la toalla. Nunca. Veinte años en la Granadella y uno, éste, en la Barraca. 14 de abril. La República ondea en esta utópica (y todavía sosegada) costa del Portitxol. En su ensenada han fondeado todas las civilizaciones del Mediterráneo: fenicios, griegos, romanos, andalusíes... Y hoy la Barraca ha proclamado la República.

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