La apoteosis de Nebulossa en Dénia: aquí empezó todo

Hace un año iban camino de Malmö (Suecia) y de Eurovisión. Ahora están en su Marina. Aquí, en Els Magazinos de Dénia, empezó todo. Aquel concierto, silencioso ("silent", es decir, con auriculares) y a la vez atronador, ya fue puro Nebulossa. Eurovisión los puso en órbita. Pero ellos siempre tuvieron los pies en la tierra. Y hoy han vuelto adonde dieron su primer concierto. Y se ha desatado la apoteosis.

"Estamos emocionados y rodeados de familia, amigos y gente a la que queremos. Nos sentimos superarropados. Sois puro amor", ha proclamado Mery Bas antes de ponerse reivindicativa y lanzarse con el "Venenosa". "Nos enseñaron a ser buenas, calladas, sumisas, pero te haces fuerte y aprendes a defenderte".

"Gracias por sentir cada palabra, cada canción. Eso nos ha hecho superfuertes". Y Mark Dasousa, Mery Bas, Ana Villa y los cimbreantes bailarines se han marcado un "Zorra" que suena tan potente (o más) que hace un año. Todos se la saben. La corean. La gritan. La sienten. Liberador. Los seis años de Els Magazinos (ahora se celebra este aniversario) suenan de fábula. "Y gracias a la familia Cervera Navarro y a Luis Cañizares y a todas y todos. Sin vosotras no somos nadie. Os amo", ha dicho Mery.

Nebulossa es un ciclón en Dénia: "Sois puro amor"

Y Nebulossa ha tocado himnos. Himnos de los de verdad. Los falsos encadenan. Los de verdad liberan. Ha tocado el "Será porque te amo", de Ricchi e Poveri; el "Y.M.C.A", de Village people, o "¿A quién le importa?", de Alaska y Dinarama. Pasión desinhibida, libérrima. La Rosa, la terraza de Els Magazinos, ha sido un volcán. Pista libre a Nebulossa. La terraza, transformada en pista de baile.

El público se lo pasa en grande

Nebulossa ha vuelto. Aquí empezó la revolución. Mery y Mark, de Ondara al mundo. Cercanos y felices de estar en Dénia y la Marina Alta. Se han hecho fotos con todos. Eurovisión no los cambió nada. Y sus canciones no han perdido ni una pizca de picante, de vitriolo, de reivindicación, de lucha por la igualdad y contra la caspa y los prejuicios. El público se lo ha pasado en grande. Ha bailado, saltado, cantado. De un concierto así se sale más libre. También más feliz.