La hora ritual en la playa del Arenal de Xàbia

La bulliciosa playa despierta al ritmo pausado del tambor de meditación

El tambor chamánico, la meditación y el trance, a primera hora en el Arenal de Xàbia

El tambor chamánico, la meditación y el trance, a primera hora en el Arenal de Xàbia / Levante-EMV

Xàbia

Hora ritual. El amanecer en la playa del Arenal de Xàbia dista un mundo del bullicio que de la mañana a la noche se apodera de este turístico litoral. La playa da para todo. Esas primeras horas del día, tras pasar las máquinas que rastrillan la arena, son de meditación, relajación y también de energizante gimnasia. Grupos de yoga, gimnasios que quieren que sus clientes cojan un poco de color y se quiten la palidez vampírica del ejercicio de puertas para adentro, buscadores de tesoros con detectores de metales, bañistas mañaneros que lo mismo se zambullen en verano que en invierno... la primera hora de la playa es de ejercicio, meditación y relativa paz.

Tambor chamánico

Y también hay un punto de exotismo. El tambor chamánico, acompasado con el respirar hondo del mar, es el último grito en meditación. La vibración del tambor llega hasta el paseo. La reverberación invita a cerrar los ojos y dejarse llevar por esa resonante ola del "tam tam".

El Arenal también despierta con ese latido sosegado. Amanece. El sol asoma rojo como una manzana de caramelo. La playa da para mucho. Luego llega el frenesí. Y todo el día y la noche es un ajetreo de turistas.

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