Singulares, de pueblo y ahora insulares: un archipiélago de vinos extraordinarios en Jesús Pobre

La muestra dará a conocer vinos elaborados en bodegas de Ibiza, Lanzarote, Mallorca, Tenerife, Cerdeña o Nueva Zelanda

El riurau se convertirá los días 1 y 2 de junio en un espacio de fiesta y defensa de los pequeños "cellers" y de la mejor tradición vitivinícola

Entrelindes, una bodega de Villarrobledo que vuelve a la Mostra de Vins Singulars i de Poble

Entrelindes, una bodega de Villarrobledo que vuelve a la Mostra de Vins Singulars i de Poble / A. P. F.

Jesús Pobre

El archipiélago del vino. La pasa y el vino de la Marina Alta han navegado mucho. Los romanos ya cargaban en sus naves las ánforas de vino. Luego, en la época de la gran exportación de la pasa, los pailebotes y los vapores zarpaban de Dénia y de Xàbia con las bodegas atestadas de esa golosina, la pasa, con la que la comarca endulzaba el mundo. Hay mucho mar en el vino de la Marina Alta. Y ahora la "Mostra Internacional de Vins Singulars i de Poble de la Marina Alta" (su séptima edición tendrá lugar los día 1 y 2 de junio) añade a esas particularidades de singular y de pueblo otra cualidad excepcional (y marina): la insularidad. La muestra, que tiene lugar en el riurau de Jesús Pobre, dará a conocer los vinos de las islas: Lanzarote, Ibiza, Mallorca, Tenerife, Cerdeña o Nueva Zelanda. El vino es un archipiélago de originalidad, de bodegas que son como islas rodeadas de un mar de viñas.

Las viñas de Lanzarote

Las viñas de Lanzarote / Levante-EMV

La muestra la organiza la Associació de vins singulars y de poble, que preside Mara Bañó, enóloga de la bodega Les Freses de Jesús Pobre. Este año quiere "rendir homenaje a los viticultores que se enfrentan a la vendimia con tantas y tan diversas dificultades a causa de las características geográficas y climáticas de las islas". La insularidad suele ser quebrada. No dista mucho esa accidentada topografía de la de la Marina Alta, una comarca que, por su histórico aislamiento, tiene una cierta naturaleza isleña.

Una imagen de la edición del pasado año

Una imagen de la edición del pasado año / Levante-EMV

Las islas también se caracterizan por su clima varible. Los viticultores se adaptan a todo. El cuidado de la viña y la vendimia son más laboriosos. Pero, al mismo tiempo, en las islas las variedades de uva y los vinos adquieren una singularidad única. "Los viticultores de las islas producen vinos excepcionales. Son un verdadero tesoro en el mundo del vino", destacan desde la Associació de vins singulars y de poble.

A la muestra acudirán 24 bodegas. Las que vienen de las islas son Bermejo, de Lanzarote; Ibizkus, de Ibiza; 4 kilos, de Mallorca, o Borja Pérez, de Tenerife. También acudirán bodegas de Nueva Zelanda y Cerdeña. Singulares, no; singularísimos.

Y de la Marina y peninsulares

Los otros "cellers" son les Freses, de Jesús Pobre; Terra d'Art, de Ahillas; SK Viticultores, de Alicante; la cooperativa de Teulada; la Finca La Hoya, de Murcia; Bodegas Haya, de València; Tossut, de Pedreguer; Cooperativa Viver, de Castelló; Entrelindes, de Villarrobledo; Celler del Roure, de València; MG Viticultors, de Xaló; Celler la Botera, de Terra Alta Catalunya; Mar de Vins; Chozas, de València; Joan de la Casa, de Benissa; Aural, de Xàbia, y Clos de l'Om, de València.

Los asistentes podrán degustar vinos tintos robustos, blancos frescos y rosados vibrantes. Acompañarán el vino con cocas de Pilar de la Vall d'Ebo y quesos de la Tía Tula. El riurau se convertirá en espacio de fiesta (habrá música en directo) y de defensa de los vinos más auténticos.

El 2 de junio es el día dedicado a los hosteleros de la Marina Alta. Descubrirán vinos que pueden incorporar a sus cartas.

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