Xàbia, el gran puerto del atún rojo: Tio Gel Segon, ejemplo de pesca sostenible y que da de comer todo el año

"Llevo 31 años viniendo a este puerto y sus marineros siempre nos abren las puertas de sus casas"

"Esta campaña es corta, de 5 semanas, pero, al mantener las capturas vivas y venderlas nosotros directamente, hemos logrado que los pescadores controlemos todo el proceso"

Pere Vicent Balfegó, en la cabina del atunero Tio Gel Segon

Pere Vicent Balfegó, en la cabina del atunero Tio Gel Segon / Levante-EMV

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Xàbia

Bulle el puerto de Xàbia. Estos días recupera su esencia de puerto cosmopolita. Se habla valenciano, francés e italiano. Es el gran puerto del atún rojo. Desde finales de mayo y durante todo el mes de junio, Xàbia se convierte en el puerto base de numerosos atuneros del Mediterráneo.

"Tienes que hablar con Pere Vicent Balfegó, el patrón del Tio Gel Segon. Es un ejemplo de pesca sostenible y selectiva", plantea a Levante-EMV Amadeu Ros, pescador y ecologista (en los años 90 luchó junto a Greenpeace contra las dañinas redes de deriva). Y Pere Vicent, en la cabina del Tio Gel Segon, explica que pertenece a la quinta generación de pescadores de l'Ametlla de Mar (Tarragona). Recuerda que su tatarabuelo y su bisabuelo realizaban pesca de supervivencia. Ahora a Pere Vicent lo llaman "pescador 2.0". "No nos hemos resignado a quedarnos solo en pescadores. Participamos en toda la cadena. Controlamos el atún desde la pesca al plato".

Los atunes llegan al Mediterráneo desde el Atlántico Norte. Su pesca se concentra en cinco semanas. Y cada embarcación tiene asignada una cuota por parte de la Unión Europea. Es complicado, claro está, vivir todo el año de lo que se pesca en un periodo tan limitado. Pero la familia Balfegó sí ha dado con la fórmula. Y es toda una revolución. Los pescadores toman el mando.

Atuneros atracados y abarloados en el puerto de Xàbia

Atuneros atracados y abarloados en el puerto de Xàbia / A. P. F.

"Mantenemos vivos los atunes. Los trasladamos en piscinas de transporte hasta l'Ametlla de Mar, donde tenemos las piscinas fijas. Allí los alimentamos con los mismos peces que ellos comen cuando están en libertad. Podemos vender el pescado fresco todo el año. Controlamos la calidad y tenemos la fidelidad de nuestros clientes. Nuestros atunes son ejemplares adultos que tienen un peso medio de 150 kilos", expone Pere Vicent. "Los atunes vienen al Mediterráneo a reproducirse. Llegan exhaustos. Los alimentamos para que recuperen ese punto de grasa que quieren nuestros clientes y que permite que el atún se coma en crudo (el universal sushi). Esta especie siempre ha estado en nuestra dieta mediterránea, pero estamos muy agradecidos a la cocina japonesa. Ha revalorizado el atún rojo, lo ha puesto en un altar".

Esta revolución de mantener vivos los atunes contribuye a la pesca sostenible y selectiva. "Es un recurso natural y lo tenemos que cuidar. Si no lo hacemos bien, nos estamos perjudicando a nosotros mismos. Antes, cuando pescábamos el atún y lo desembarcábamos en los puertos, perdíamos el control sobre el proceso. Ahora aseguramos la trazabilidad. Cuando un comensal se sienta en un restaurante y pide atún, puede comprobar con un código QR el día que se pescó y todo el camino que ha seguido el producto hasta llegar al plato". La trazabilidad es, además, la mejor fórmula para aislar e ir erradicando la pesca ilegal.

El patrón del Tio Gel Segon lleva 31 años acudiendo al puerto de Xàbia para la campaña del atún. "Nos sentimos como en casa. Las familias marineras nos abren las puertas de sus hogares. Sentimos mucho cariño y hospitalidad".

También subraya que colaboran codo a codo con la comunidad científica. "Es imprescindible. La investigación es necesaria en nuestro sector. Nos guía el mismo objetivo, la salud de nuestro mar, del Mediterráneo".

Pesca selectiva y sostenible

Pere Vicent asegura que el plan de recuperación del atún rojo que se empezó a aplicar en 2007 permitió acabar con la sobreexplotación y ha permitido que el caladero tenga hoy muchísima vida. "Las medidas eran necesarias. Y hoy debemos seguir avanzando en pesca selectiva y sostenible", advierte este pescador, que revela con orgullo que su hijo, la sexta generación ya de esta familia de pescadores, también forma parte de la tripulación del Tio Gel Segon.

La clave: que los pescadores controlen el proceso y poder vivir del atún todo el año. Y en Xàbia, en el puerto del atún rojo y en los otros puertos de la Marina Alta, observan con muchísimo interés el ingenio, la capacidad de innovar y la alianza con la comunidad científica de estos marineros de l'Ametlla de Mar que han logrado hacerse fuertes en un sector tan proceloso, castigado y falto de relevo generacional como es el de la pesca.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents