Otro pequeño tesoro salvado de la ceniza por la "penya" L'Escaldà de Xàbia

Estos festeros, apasionados de la cultura popular, han recuperado una colección de cajetillas históricas de tabaco que ya engrosa el "museo" de etnología de su casal

Las antiguas cajetillas de tabaco

Las antiguas cajetillas de tabaco / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Xàbia

Celtas, Ideales, Sombra, Peninsulares... La "penya" l'Escaldà es más que fiesta. Ha creado en su precioso casal (piedra tosca y arcos) un "museo" de etnología. Estos festeros son apasionados de la cultura popular. Preservan la memoria de Xàbia y de las fiestas de les Fogueres. Y evitan que colecciones que hablan del pasado, de los usos y costumbres de antaño, se pierdan, se conviertan en humo y ceniza. Hay quien "hace tabaco" la historia. Esta "penya" la salva y la difunde.

Bartolomé Bas, de l'Escaldà, explica que esta nueva colección que engrosa los fondos de este humilde, pero interesantísimo "museo", iba a acabar en la basura. Cuando se lo dijeron, se ofreció a guardarla y conservarla para que la memoria, la memoria etérea, no se escapara como el humo.

La colección de cigarrillos y de picadura de liar

La colección de cigarrillos y de picadura de liar / A. P. F.

La colección es de históricas cajetillas de tabaco, de cigarrilos humildes que fumaban los obreros y labradores en los años 40, 50, 60 y 70. Hay cajetillas de Celtas, Rumba, Ideales, Sombra o Peninsulares (con el dibujo de la Alhambra). También hay tabaco de picadura, de liar. Echarse un pitillo formaba parte de la cotidianidad. Había quien fumaba y maldecía como un carretero. Este tabaco era proletario y de las clases populares. La gente pudiente aspiraba mentolados y cigarrillos más refinados.

Tabaco Diana

Tabaco Diana / A. P. F.

Esta colección da para tirar del hilo o de la hebra (de tabaco). Al hábito de fumar hoy se le han bajado los humos (para bien, sin duda). Pero estas cajetillas tienen historia. Incluso se puede analizar su diseño: las letras art decó de los Ideales, el rudo guerrero nórdico de los Celtas o los monumentos de los Peninsulares.

La cajetilla de Peninsulares

La cajetilla de Peninsulares / A. P. F.

Pasado obrero, duro y ronco

L'Escaldà salva estos pequeños tesoros etnológicos. Las cajetillas despiertan la memoria, la rescatan del humo. Quien más y quien menos ha recordado a su abuelo o a su padre exhalando el humo de este tabaco humilde, áspero y que desprendía un fuerte olor a picadura. La magdalena de Proust es reminiscencia dulzona y remilgada. Estas cajetillas evocan un pasado más obrero, duro y ronco. Y también es memoria. Memoria volátil. Y hay que preservarla.

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