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Las barreras de plástico que evitaban el colapso de coches en el Portitxol de Xàbia, desmanteladas

Los turistas que van a las calas y buscan huecos para dejar el coche han desarmado los "New Jersey" que impedían aparcar en las cunetas de esta turística carretera

Los "New Jersey", desarmados y desarbolados en la cuneta de la carretera del Portitxol

Los "New Jersey", desarmados y desarbolados en la cuneta de la carretera del Portitxol / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Xàbia

Desmantelados. Los "New Jersey" de plástico están tirados y amontonados en la cuneta. No hay barrera (ni prohibición) que frene el ansia de aparcar lo más cerca posible de las calas soñadas. Las piezas de color blanco y rojo han durado dos veranos. Al tercero, los coches han ganado la batalla. Ha vuelto el aparcamiento ilegal a las cunetas de la turística carretera del Portitxol de Xàbia. Los coches invaden el arcén. La calzada se estrecha. Y los bañistas, tras meter en un hueco el coche, cargan con todos los cachivaches de playa (hamacas, neveras, sombrillas...) y caminan por la calzada de un vial que pertenece a la Diputación de Alicante y que ahora, en verano, tiene un intenso tráfico. Caminar por el asfalto es un peligro.

Desarmados y tirados en el linde del bosque del Portitxol

Desarmados y tirados en el linde del bosque del Portitxol / A. P. F.

Los "New Jersey" de plástico le sacudieron a la carretera del Portitxol la masificación de coches. Los turistas que acuden a las calas (Cala Blanca, el Francés, la Sardinera y la Barraca) aparcaban en las cunetas. Las invadían totalmente. Está prohibido dejar el coche en el escaso arcén de este vial. Pero puede más el hechizo de las calas. Esta carretera, hasta que en julio de 2022 se colocaron esas barreras "New Jersey" de plástico (piezas blancas y rojas), era un caos en verano. Los peatones (cuadrillas de turistas que vienen a echar el día en las calas) se abrían paso en un río de coches. Este vial sube al Cap de la Nau, a urbanizaciones tan pobladas como la de Balcón al Mar y lleva a las calas más bulliciosas del verano valenciano (la Barraca y la Granadella).

Llegó la marabunta

Estas barreras fueron efectivas. Pero ruge el verano y llega la marabunta y arrambla con todo. Ahora, los desarbolados "New Jersey" son el ejemplo de que todavía hay que caminar mucho para llegar al turismo sostenible.

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