El Gobierno de Rajoy se ha empleado a fondo en la reforma financiera de España, aunque para ello ha tenido que recurrir al rescate europeo, que inyectó 41.000 millones para sanear la banca española. Zapatero fue romo a la hora de atacar esa cuestión esencial, principalmente porque no reconoció el problema a su debido tiempo. Sea como fuere, en los últimos meses de su mandato se produjeron dos significativas intervenciones, la de la CAM y la del Banco de Valencia. Pero el trabajo de fondo lo ha hecho el Gobierno de Rajoy, a partir sobre todo de los decreto del ministro De Guindos que obligaron a las entidades a reconocer la mayor parte de los activos tóxicos que les había generado su exposición al sector inmobiliario. Luego vino la multimillonaria intervención de Bankia. Aunque el crédito sigue sin fluir en la medida en que lo necesita la economía española, la situación financiera ha mejorado sensiblemente. Bankia ha empezado a ser privatizada, con plusvalías, lo mismo que NCG Banco. CatalunyaCaixa está a la espera. A pesar de que los bancos españoles afrontan aún muchas incertidumbres, entre ellas las pruebas de esfuerzo a las que se someterán este año, lo cierto es que los beneficios han regresado. j. c. valencia