El Instituto Tecnológico de la Industria Agroalimentaria (Ainia) ha entrado en el consorcio TecnomiFood para desarrollar alimentos inteligentes con funciones como la lucha contra la obesidad a través de técnicas de análisis masivos de datos. El consorcio tiene un presupuesto de cuatro millones de euros para investigaciones con este tipo de alimentos conocidos como funcionales y que son los que permite reducir el colesterol (mediante el Omega 3), favorecen la presión arterial o mejoran la aportación de hierro. Este tipo de productos surgieron en Japón en los años ochenta con el objetivo de aumentar la esperanza de vida de su población. La investigadora Lidia Tomás, gestora de proyectos del departamento de biotecnología de Ainia, subraya la importancia del desarrollo de estas innovaciones para la industria agroalimentaria, uno de los principales motores de la economía valenciana. Desde el instituto, que está en el Parque Tecnológico de Paterna, han desarrollado productos de panadería que frenan la obesidad. «Los alimentos funcionales son importantes porque, por ejemplo, los que contienen Omega 3 tienen beneficios para el corazón», apunta la citada investigadora valenciana. El análisis masivo de datos «en la industria alimentaria es esencial para innovar en nuevos productos y conocer el impacto que estos tienen sobre la salud para mejorar la prevención de las enfermedades», añade el director de la Red y del Área de Biotecnología de Eurecat, Francesc Puiggrós, que también forma parte del proyecto.