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Envases de lujo para las marcas top

Envases elaborados por Eurobox

La empresa Eurobox Metal Premium Packaging, ubicada en el pequeño municipio de Benasau, emplazado en la comarca de El Comtat, se acaba de alzar con el premio más prestigioso del mundo otorgado en EE UU al mejor envase metálico en todas las categorías. Ha sido gracias a un recipiente de lujo para un perfume de Jean Paul Gaultier, aunque podría haberlo obtenido con cualquiera de los que elabora para las principales marcas internacionales de bebidas, colonias y alimentación para las que trabaja, toda vez que la firma alicantina ya hace tiempo que se encuentra situada en la élite mundial del diseño y fabricación de envases metálicos.

Cardhu, Chivas Regal, Baileys, Bombay Sappyre, Seagram’s, Four Roses, Freixenet, Codorniu, Jean Paul Gaultier, Invictus, Carolina Herrera, Antonio Banderas, Germaine de Capuccini, Nestlé, Cola Cao, Cuétara... Son sólo algunas de las marcas para las que trabaja la empresa Eurobox Metal Premium Packaging, sin dejar de lado otras igualmente importantes y pertenecientes a otros sectores como el del calzado, entre las que se encuentran Adidas, Pepe Jeans o Panamá Jack, por poner algunos ejemplos.

Un logro al alcance de muy pocos, y que adquiere mayor trascendencia si se tiene en cuenta que se trata de una firma familiar que desde su nacimiento se encuentra situada en Benasau, un pequeño municipio rural de apenas 150 habitantes situado en el corazón de la comarca de El Comtat. 

La mercantil tiene sus orígenes en Turisol, una empresa fundada en 1970 por Joaquín Devesa Company, natural del propio Benasau y que en la actualidad tiene 73 años. Inicialmente se dedicó al marketing promocional y a los souvenirs en base a la elaboración de artículos de vidrio decorado o cerámica. «El problema -recuerda- es que llegó la competencia china, con unos costes contra los que no podíamos competir, por lo que tuvimos que buscar alternativas de negocio». La opción por la que se apostó fue por la de productos de mayor calidad, y más en concreto por los envases.

Fruto de este proceso de reconversión nació en 1997 Eurobox, tras detectar que había una oportunidad de negocio en el sector del packaging de metal de alto nivel. «Vimos que había un déficit de envases de lujo en el mercado. Hasta aquel momento las latas sólo se podían litografiar, cuando en realidad había muchas más posibilidades, que nosotros nos hemos encargado de explorar y convertir en realidad», enfatiza.

El secreto pasaba por mejorar la presentación con otros acabados logrados con la aplicación de purpurinas, perlados, nacarados, holografía o incluso detalles de velour y cristales de Swarovski, todo ello acompañado por diseños atractivos.

Ximo Devesa Rodríguez, hijo del fundador, es el que ha tomado ahora el relevo en la dirección de la empresa como gerente, y explica que dar estos pasos no ha resultado fácil. Según sus palabras, «hemos tenido que desarrollar tecnologías internas, buscando los límites del metal y de la maquinaria, siempre con el objetivo de innovar y romper la barrera de lo que se estaba elaborando hasta ese momento. Para ello hemos contado siempre con ingenieros de altísimo nivel, que nos han ayudado a la hora de concretar cómo elaborábamos nuestros productos».

La calidad, así como la sostenibilidad, son otras de las premisas de la empresa, ya desde el origen mismo de cada producto. «Buscamos que toda la materia prima proceda de Europa, pensando en la huella de carbono, lo que también es un factor de tranquilidad para nuestros clientes. Así, el acero que utilizamos para nuestros envases está elaborado en Avilés, y todos los artículos son 100% reciclables y reaprovechables. En el proceso de fabricación, además, no generamos ningún tipo de contaminación», resalta Ximo Devesa. Los envases de lujo se elaboran en la planta de Benasau, y sólo algunos artículos más económicos se producen en Asia, «aunque controlando todo el proceso nosotros».

Todas estas exigencias han llevado a Eurobox a conseguir una cartera de clientes de lo más distinguida, con las empresas más destacadas y prestigiosas en bebidas, perfumes y alimentación, entre otros sectores. «El secreto -señala el gerente- se encuentra en la promoción, y también en el servicio que ofrecemos. Intentamos sacar cosas nuevas al mercado, y para ello siempre tenemos varias líneas de investigación y desarrollo abiertas. Cuando vemos que es viable, presentamos nuestros productos al cliente. También hay otros que ya tienen una idea preconcebida y nos la trasladan para que le demos viabilidad. La agilidad, asimismo, es un concepto que tenemos muy en cuenta, hasta el punto que en 48 horas disponen de propuestas y precios».

Eurobox

También han tenido que sobreponerse a los reparos que genera la marca España, no demasiado reconocida en otros países europeos. «De entrada te encuentras con que algunos clientes son más proclives a encargar sus proyectos a firmas de países con más tradición industrial. Eso lo hemos tenido que suplir con mucha profesionalidad y rigor», asevera.

Por otro lado, están los retos personales que se impone la propia compañía. «Evidentemente -continúa- hay empresas que son auténticos iconos en su campo, y piensas que debemos ser nosotros los que les hagamos los envases. A partir de ahí les presentamos nuestras propuestas, así como las armas con las que pueden luchar frente a los que son su competencia directa».

Y hablando de competencia, lo cierto es que Eurobox, fruto del nivel alcanzado, no tiene a demasiados que le hagan sombra. «En España no hay nadie que haga lo que nosotros, mientras que a nivel europeo sólo hay empresas parecidas en Inglaterra, Francia y Alemania. Lo que ocurre es que son multinacionales que se dedican básicamente a la alimentación, y que en la elaboración de sus envases no tienen tanta flexibilidad ni tanta carga de innovación como tenemos nosotros. En nuestra empresa, además, podemos hacer productos más personalizados». Eurobox ha visto reconocido su buen hacer con el galardón otorgado en EE UU por la asociación internacional de embalaje y decoración de metales (IMPDA). Un primer premio para un recipiente confeccionado para un perfume de Jean Paul Gaultier. Con todo, no es el único reconocimiento obtenido por la empresa, toda vez que en 2016 ya consiguió un tercer puesto en la gala de los premios europeos del diseño metálico celebrados en Escocia, merced a un envase concebido para una fragancia de Carolina Herrera.

Y todo ello, como queda dicho, desde el pequeño municipio de Benasau, donde permanece la empresa desde su fundación pese a las desventajas de las comunicaciones y las infraestructuras. El fundador de la firma, Joaquín Devesa, destaca que «soy un industrial de pueblo y se ha demostrado que una empresa también puede progresar desde el ámbito rural. A nuestros clientes, cuando vienen a visitar la fábrica, les advierto al dejar la autovía que se van a adentrar por una carretera turística, y la verdad es que, una vez superada la sorpresa inicial, se marchan totalmente encantados y con ganas de regresar».

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