La crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto la importancia de tener una industria fuerte para no depender en exceso del turismo. La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) y Levante-EMV han organizado esta semana un desayuno en el que los consellers de Economía e Innovación y los representantes empresariales analizaron a fondo cuáles son las carencias de la Comunitat Valenciana y qué necesita para ganar tracción industrial. La CEV, que preside Salvador Navarro, avanzó su propuesta de plan de recuperación industrial, que horas después entregó al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. El plan aboga por la necesidad de invertir 330 millones de euros al año en políticas industriales, apuesta por el fomento de la formación profesional y promueve la digitalización de las empresas y la internacionalización. En el encuentro participaron el conseller de Economía Sostenible y Sectores Productivos, Rafa Climent; la consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, Carolina Pascual; el presidente de la comisión de Industria de la CEV y presidente de Femeval, Vicente Lafuente; el presidente de la comisión de Innovación de la CEV y de Quimacova, Miguel Burdeos; el presidente de la comisión de colaboración público-privada de la CEV y Aerte, José María Toro; y la presidenta de la comisión de Economía y Fiscalidad de la CEV, Laura Vicente (que participó a distancia para respetar los protocolos de seguridad de la covid). El debate lo moderó el director general de relaciones institucionales de Levante-EMV, Julio Monreal.

El moderador abrió el debate preguntando al conseller de Economía Sostenible hacía dónde deben dirigirse las políticas industriales públicas. Rafa Climent defendió que la industria debe ser el eje fundamental de la economía valenciana. «Un país que no tenga industria está condenado a morir», advirtió. El conseller destacó que las políticas de la Generalitat van dirigidas al impulso del sector industrial. «Nos hemos marcado que la industria y el sector energético representen el 20 % del PIB. Estamos lejos, pero debemos conseguirlo. Un industria fuerte genera salarios estables y de mayor calidad. Es imprescindible reindustrializar nuestro territorio», apuntó el conseller. Climent incidió en que las empresas valencianas deben producir de manera más eficiente y tienen que apostar por la descarbonización de la economía. «Tenemos que ir hacia la transición energética con las renovables», añadió. El responsable de la cartera de Economía Sostenible coincidió con los empresarios en que es esencial potenciar la internacionalización de las empresas valencianas y dar un impulso a la formación. «Necesitamos que nuestra industria tenga un alto valor añadido», afirmó.

La consellera de Innovación recordó que la Comunitat Valenciana está por detrás de Cataluña y el País Vasco en desarrollo industrial. «¿Por qué no llegamos al 20 % del peso del PIB del sector industrial? Está muy relacionado con el tipo de industria. Entre un 95 % y un 96 % de nuestras empresas son pymes. Es una industria muy atomizada y esto complica que innoven», diagnosticó Carolina Pascual. La responsable de Innovación del Consell insistió en que la Comunitat Valenciana tiene que aprovechar los fondos de recuperación. «Los fondos ponen el foco en la digitalización y van a ser fundamentales» para la economía valenciana.

Los participantes en el debate que estuvieron de forma presencial. F. Bustamante

Vicente Lafuente (que es vicepresidente de la CEV) desgranó el plan que los empresarios han presentado esta semana a Ximo Puig para impulsar la industrialización de la Comunitat Valenciana y que pasa por la necesidad de que la Generalitat Valenciana doble su inversión en políticas industriales. Lafuente incidió en que el presupuesto debe alcanzar los 330 millones de euros al año y explicó que han analizado la inversión que hacen otras comunidades autónomas industrializadas y han llegado a la conclusión de que es esencial el aumento del presupuesto a pesar de las limitaciones por la infrafinación que sufre la Comunitat Valenciana. «La Administración debe ver el apoyo a la industria como una inversión, no como un gasto», destacó Lafuente. El plan incide en la importancia de impulsar la transformación digital de las empresas, en la necesidad de aprovechar las oportunidades que presenta el cambio de modelo energético y en el potencial de incrementar las subvenciones a la rehabilitación de viviendas para ayudar a la construcción.

El programa de apoyo a la industria de la patronal valenciana subraya la necesidad de aumentar la apuesta por la formación profesional para generar empleo de calidad y con mejor remuneración. «El sector industrial supone el 24 % del PIB del País Vasco y el 28 % en Navarra, y su nivel de paro es del 9 %. Cualquier país con un sector industrial potente va bien, tiene poco paro y los trabajadores cobran salarios mayores», añadieron.

Los empresarios también reclaman que la Administración mejore su tiempo de respuesta, que en ocasiones se demora por la excesiva seguridad jurídica del sistema burocrático español. «Es necesario agilizar la tramitación de los expedientes. Tenemos problemas sobre todo con los ayuntamientos. Nosotros apostamos por potenciar las declaraciones responsables y el silencio administrativo positivo», subrayaron los representantes de la patronal.

Innovación y crecimiento industrial

El presidente de Innovación de la CEV y de Quimacova destacó la importancia de que la Generalitat haya impulsado la Conselleria de Innovación y Universidades y se mostró convencido de que puede ayudar al crecimiento del sector industrial valenciano. «La innovación es fundamental para el sector industrial y se debe potenciar a nivel político», dijo. El directivo defendió la necesidad de que las empresas se internacionalicen para ganar tamaño. «Hay que internacionalizase. Si exportas eres más fuerte. Empezamos a competir con los países más avanzados y no debemos tener complejos. Es complicado porque la mayoría de las empresas valencianas son pymes, pero deben crecer. La productividad es mayor cuanto más grande es la empresa». Miguel Burdeos lamentó que los costes energéticos lastran la competitividad de las empresas valencianas. «En España pagamos la energía más cara que en otros países europeos y eso es algo que debe cambiar», señaló.

Además, Burdeos defendió la necesidad de potenciar la colaboración público-privada «sobre todo en el área de innovación». «Nosotros cuando hacemos un proyecto no lo impulsamos por las ayudas, pero son necesarias. Preferimos los incentivos fiscales a las subvenciones», manifestó el presidente de la comisión de Innovación de la CEV. El conseller de Economía Sostenible coincidió con Burdeos en que es interesante la opción de los incentivos fiscales, pero advirtió de que no pueden ser del 100 % porque «la responsabilidad debe ser compartida».

Laura Vicente lamentó el lastre que soporta la Comunitat Valenciana por la infrafinación del Estado. «Nos dan todas las competencias y no recibimos todos los recursos como sí tienen el País Vasco o Navarra. No es casualidad que la Comunitat Valenciana ocupe el tercer puesto de España en industrialización porque el emprendimiento lo llevamos en nuestro ADN», afirmó. La presidenta de la comisión de Economía y Fiscalidad de la CEV lamentó que la infrafinanción obliga a la Generalitat a exigir impuestos como el de sucesiones, que gravan la riqueza que una persona ha generado. «No es que no queramos contribuir al sostenimiento del sistema público, pero los emprendedores preferimos una menor presión fiscal. Reclamamos un sistema tributario que no presione los ingresos de las empresas que van bien», señaló Laura Vicente.

El tamaño de las empresas valencianas dificultan que innoven y que la industria represente el 20 % del PIB

El presidente de la comisión de colaboración público-privada de la CEV y Aerte incidió en que la Administración no puede afrontar por si sola la situación actual. «El sector privado ha dejado claro su compromiso con el territorio», afirmó José María Toro para defender la colaboración con la Administración. El presidente de Aerte también reclamó que la Administración agilice la tramitación de los procedimientos para no frenar la recuperación económica. «Pedimos a la Administración que funcione de la manera más rápida posible. Sabemos que la seguridad jurídica condiciona la velocidad de respuesta, pero es necesario ganar agilidad para poder avanzar», manifestó. Miguel Burdeos coincidió con la reivindicación de José María Toro e ironizó con que «a lo mejor habría que poner una Conselleria de Agilidad Administrativa» para que las licencias se tramiten de forma más rápida. «Ahora mismo los trámites administrativos son muy lentos. Si la Generalitat consigue resolver este problema será el mejor gobierno de la historia», añadió Burdeos. El conseller de Economía Sostenible aseguró que la Generalitat ya está trabajando para resolver este problema. «Queremos dar una respuesta rápida a los ciudadanos y a las empresas. Ya hemos tenido avances importantes, aunque es cierto que todavía nos queda para alcanzar el ritmo del sector privado. El problema es que España tiene unos procedimientos muy garantistas. En esta pandemia hemos reaccionado bien con la tramitación de los ERTE. Creo que en esto el Consell ha escuchado a los empresarios y ha tomado nota», manifestó Rafa Climent.

José María Toro incidió en que además es necesario un «marco jurídico estable para poder invertir a largo plazo. Un marco transparente porque ahora es muy difícil invertir. Hay que garantizar esta estabilidad para que las inversiones no se vean comprometidas por los cambios políticos».