El Instituto Tecnológico de la Industria Agroalimentaria -Ainia- (con sede en Paterna) está desarrollando alimentos con harina de un tipo de escarabajo, lenteja de agua y microorganismos unicelulares para su consumo como alternativa a la carne animal. El proyecto (que está financiado con 250.000 euros de fondos Feder y de la Generalitat) responde a la necesidad de la industria alimentaria de encontrar una fuente diferente de proteínas ante el incremento de la población mundial, que puede llegar a los 10.000 millones de habitantes en 2050. «Esto supone una mayor demanda de alimentos que no se va a poder satisfacer con la actual producción cárnica. Una gran parte de las proteínas que consumimos -que son esenciales por el aporte de aminoácidos- es de origen animal y necesitamos disponer de otra opción», explica Mariana Valverde, coordinadora del proyecto y técnica del departamento de tecnologías de producto y procesos de Ainia. En el mercado ya existen harinas de insecto (sobre todo de grillo), pero el instituto tecnológico valenciano ha ido un paso más lejos. Los investigadores están analizando el potencial que tiene un tipo de escarabajo (denominado tenebrio molitor y conocido como gusano de harina). «Trabajamos con la harina de larvas de insectos y hemos comprobado que la de este tipo de escarabajo tiene un 50 % de tasa de proteína. Ofrece grandes beneficios como fuente de aminoácidos», añade Mariana Valverde. La presentación final del producto es en un polvo que se puede consumir en batidos, salsas o productos de panadería.