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Todo es incierto

TODO ES INCIERTO

Estupefacto, contaba Stefan Zweig en ‘El mundo de ayer’ el júbilo en las calles de Viena cuando el imperio austro-húngaro declaró la guerra a Serbia en 1914, preludio de la primera conflagración mundial. En su último libro -’Una violencia indómita. El siglo XX europeo’-, el historiador Julián Casanova explica aquel entusiasmo en el desconocimiento general de los vieneses de lo que iba a ocurrir. Grosso modo, pensaban que sería una guerra como las de antes, libradas por ejércitos, y no la carnicería salvaje que sobrevino, preámbulo del descenso a los infiernos que supuso para la humanidad la Segunda Guerra Mundial. Un conflicto bélico sin leyes, sin normas mínimas. Sin piedad.

Así que la mayoría de los vieneses no atisbaron la que se les venía encima. Estos días, con la más que probable derrota de Trump -al menos cuando escribo este artículo-, es difícil imaginar de la que nos hemos librado si este hombre hubiera seguido al frente de Estados Unidos. Nada bueno, sin duda. Tampoco sabemos qué será de la primera potencia bajo el mandato de Biden.

Desde luego, es complicado imaginar qué será de nosotros con la crisis del coronavirus. Dice ahora el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que la vacuna estará lista en seis meses. Ojalá. Pero, ¿y si no es así? ¿Y si no se consigue un remedio o el que se obtiene es insuficiente? ¿Y si el virus muta a peor?. ¿Cuánto tiempo podrán España y los restantes países europeos soportar este volumen desaforado de deuda? ¿Dejarán de prestarnos dinero? ¿Qué sudecería en ese caso? ¿Se hundirían el empleo, las pensiones y los ahorros sin un Estado capaz de financiarse y endeudado hasta las cejas? ¿Cómo influiría en la política? ¿Y en la cohesión social? ¿Estamos aplicando un patrón ya conocido, como creían los austriacos de 1914, pero equivocado que nos conduce al abismo sin que lo sospechemos?

Todo son preguntas porque todo es incierto. Vale más pensar que pronto habrá vacuna y que saldremos pronto de esta. Total, para echarse a llorar habrá tiempo de sobras, si se da el caso.

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