En un momento en el que la mayoría de comercios luchan por migrar de lo físico a lo digital para poder entrar en el mercado online, un negocio puramente virtual se ha lanzado a tomar las calles españolas, con València como uno de sus puntos de partida. Es la estrategia que ha adoptado la compañía catalana BitBase con el negocio de las criptomonedas. Su objetivo es acercar un mundo que el ciudadano de a pie percibe como opaco y lejano, por lo que tras abrir una primera tienda en Barcelona en 2017 y otras dos en València y Madrid en 2018 y comprobar los beneficios que el contacto directo con el cliente reporta en sus ventas online, este año han ampliado el negocio abriendo otros once establecimientos que cubren todas las autonomías del país.
Álex Fernández, CEO de la compañía, cuenta en conversación con El Mercantil Valenciano que esta filosofía surge de su propia experiencia. Un amigo le habló del Bitcoin y le recomendó invertir en él. Tras informarse y decidir dar el paso, se encontró «con muchas dificultades» para encontrar un establecimiento donde poder ejecutar la compra. Era una tienda escondida en un barrio deprimido de Barcelona y la bombilla se encendió en la cabeza de Fernández. Era un sector a punto de explotar y con la «necesidad de transmitir tranquilidad y seguridad».
Tras comprobar el buen rendimiento de sus tres primeras tiendas y darse un año de «afianzamiento de procesos» en sus webs, la pandemia les presentó oportunidades de alquileres a precios asequibles. «Las tiendas son informativas, su valor es generar confianza», explica el CEO. BitBase es una intermediaria que asesora a los interesados y cobra una comisión del 5 % por cada operación con criptomonedas, donde el Bitcoin es la estrella, pero hay unas 670 más. En su local de València, uno de los que mejor funciona, tienen unos 200 clientes mensuales y ya buscan abrir una segunda tienda en la zona de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
