La amenaza de lluvia se convirtió en el principal aliado de los servicios de limpieza a la hora de hacer balance de los destrozos ocasionados en la playa del Port de Sagunt tras la celebración de la noche de Sant Joan. Sin embargo, los trabajos de la SAG, que arrancaron en torno a las 5 horas, se vieron dificultados por el agua caída, que apelmazó la arena y provocó serios problemas para la recogida de los desechos.
En cualquier caso, el dispositivo desplegado acabó a tiempo para que a las 10 horas la arena estuviera preparada para la llegada de los bañistas, aunque el mal tiempo no invitaba a acercarse a la playa. Entre los objetos que recogieron los operarios de la SAG destacaron una vez más los carritos de la compra de los supermercados, de los que se acumuló cerca de un centenar. Más allá de esta cuestión, los actos vandálicos fueron menos que en anteriores años, ya que apenas se registraron algunas papeleras rotas y varias pasarelas de madera movidas.
Los socorristas de Sagunt, por su parte, tampoco registraron ningún incidente.
En Canet d'En Berenguer, mientras, la playa Racó de Mar y el paseo marítimo se llenaron en torno a la programación municipal por Sant Joan.
