El expresidente de las Corts Valencianes, Juan Cotino, no podrá acudir a actos oficiales o a festivos en los que esté acompañado por la corporación local en Xirivella, el pueblo donde reside, si se cumple la moción contra la corrupción que esta semana aprobó el pleno. La propuesta formulada por Compromís, que apuntaba directamente a la figura del controvertido político, fue respaldada por unanimidad de todos los grupos políticos, incluido el Partido Popular, en el gobierno.
La moción implica el compromiso de no invitar a imputados o condenados por delitos de corrupción a los actos en la ciudad. En este punto todos los grupos coincidieron. No obstante, el apartado segundo, que pretendía que tampoco los miembros de la corporación asistan a actos donde estén presentes imputados o condenados por corrupción se retiró, según informa Compromís, porque los otros grupos alegaron que «sería difícil de aplicar».
Con todo, el concejal de la coalición, Ricard Barberà, opina que «en realidad sí que es perfectamente aplicable ya que es suficiente con aplicar el sentido común» pero finalmente retiró el punto para lograr el acuerdo principal. Barberà insiste en que incluyó el segundo requisito en la moción para «evitar escenas» como la de «Cotino repartiendo caramelitos a los niños el día de la fiesta de Sant Antoni, acompañado de la corporación local».
Compromís aplaude la unanimidad del voto porque, aunque se trate de un asunto simbólico, «cualquier acción que se visualice contra la corrupción es importante», y más teniendo en cuenta la preocupación que genera en los ciudadanos, espacialmente en la Comunitat Valenciana, «sometida desde hace décadas al saqueo sistemático por los responsables de las instituciones». En este clima, para Barberà, «es necesario velar por el buen nombre del Ayuntamiento de Xirivella».
