Entre la tradición y la «vergüenza» por las multas

Los encuestados por Levante-EMV coinciden en que la suelta de patos debe seguir siempre y cuando se tomen medidas par proteger a los animales

Entre la tradición y la «vergüenza» por las multas

Entre la tradición y la «vergüenza» por las multas

JOSE GUMBAU SAGUNT

El debate está en la calle, después de conocerse la multa de 30.001 ? impuesta al Ayuntamiento de Sagunt por la Conselleria de Gobernación debido a la suelta de patos de 2011. Con esta multa, el consistorio saguntino acumula 90.000 ? en sanciones por la celebración de la polémica fiesta, además de varias sentencias contrarias, la última por la actividad de 2012.

Según una encuesta realizada por Levante-EMV, la mayor parte de la ciudadanía apoya el mantenimiento de la tradición que cierra las fiestas patronales del Port de Sagunt, a pesar de que esta pueda implicar maltrato y crueldad contra los patos, tal y como entienden desde las instituciones autonómicas y las asociaciones animalistas.

Los encuestados coinciden en que, para seguir con esta fiesta, es necesario ahondar en medidas para que los patos sufran el menor daño posible. Así lo ve Vicente Angel Vicent, vecino de Sagunt, quien asegura que «los patos son devueltos vivos tras la finalización de las cucañas, por lo tanto creo que la fiesta podría seguir siempre y cuando se impongan unos parámetros que impliquen el menor maltrato a los animales». De igual manera opina Anabel Pérez, comercial afincada en el Port, quien señala que «me parece una multa injusta, porque hoy en día considero que no se hace daño a los patos. La tradición debe seguir siempre y cuando se tomen las medidas oportunas para cuidar que el animal no sufra daños».

Por su parte, Pedro Ramón Morala, jubilado de Port de Sagunt, matiza que «no puede ser que el dinero que es de todos vaya a parar a pagar multas por soltar patos. Tarde o temprano será necesario que haya un equilibrio entre la legalidad y la tradición». En este punto, Teresa Ordaz, enfermera de Sagunt, criticado que «en España hay fiestas con verdadera crueldad animal y nadie dice nada».

Sin embargo, el tema da para opiniones de todos los gustos. De hecho, algunos de los encuestados por este diario se posicionan completamente en contra de la suelta de patos. Es el caso de Antonio Argudo, maestro industrial del Port, que, aunque manifiesta «su total desacuerdo con la fiesta», aboga por «escuchar la opinión del pueblo antes de tomar ninguna decisión». Otros como Juan Hidalgo, natural de Puçol pero residente en Sagunt, son más tajantes: «Me parece una vergüenza que el ayuntamiento esté pagando multas por soltar patos. Desde luego, hay cosas más importantes».

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