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La lucha de bosal sigue

La lucha de bosal sigue

Fui testigo de la última asamblea de los trabajadores de Bosal en el salón de actos de CC OO en Puerto de Sagunto. Y lo primero que me llamó la atención fue que al local lo han resituado. Ahora los asientos no miran al fresco que ocupando toda la pared es copia del cuadro El cuarto estado empleado como imagen en el comienzo de la película Novecento. El problema es lo que te hace pensar, y es que siguen estando en vigor los tres desastres de la sociedad de entonces el paro, la pobreza y la desigualdad.

Caminamos hacia un proceso invertido que nos va acercando cada día un poco más a mediados del siglo pasado, al nacimiento del fascismo apoyado, ideado y mantenido por grandes capitales. Ahora en este local donde había una ventana hay una puerta de emergencia, que es lo que les hace falta a los trabajadores de la Bosal para encontrar una salida.

Pero la fuerza para abrir puertas y derribar muros la tiene el comité, y la trasmite diciéndole alto y claro que se dejen de whatsapp y de mensajes, que para ellos su única meta es la defensa de los trabajadores, porque ellos son los primeros y los más interesados en el tema.

Había que aunar fuerzas y explicar el viaje a Madrid, y lo tratado tanto en el Ministerio de Industria como en el Congreso de los Diputados. Una reunión que estaba convocada desde diciembre, ante la preocupación por todos los estamentos de este pueblo por la reindustrialización de la comarca. Pero claro, no se puede hablar de construir industria, cuando por otro sitio se está destruyendo, y lo primero es parar la destrucción, y priorizar la creación de empleo.

El comité de Bosal junto con el alcalde de Sagunto y la secretaría comarcal de CC OO dejaron claro que están en la tarea no sólo de crear sino de no destruir e invitan a otros sindicatos que se unan al carro. Ahora la cuestión está en que el ministerio encuentre a quien ha pegado la espantada y vuelva a razonar dentro de un camino, porque, repito, la empresa ha pegado la espantada y no se sabe dónde está.

De momento los trabajadores tienen un administrador concursal. Un gerente puesto por la autoridad pagará a los trabajadores una parte de su sueldo, porque si les paga el sueldo íntegro incumpliría la ley, y tendría que pagar al resto de acreedores y no hay para esto, todo un galimatías pero parece ser que así es la ley.

Pasarán meses para que el administrador presente al juez un informe sobre el estado de la empresa, para que éste resuelva qué es lo que corresponde, mientras los trabajadores están en un ERTE y tendrán que acatar la ley para estos casos.

La realidad es que los trabajadores están a la expectativa de los movimientos de la administración. Este es el clavo al que están agarrados, aunque trabajadores más inquietos preguntan al comité porque no entran y terminan de fabricar los tubos de escape con el material que hay, por lo menos esto les serviría para, mientras trabajan, no darle tanto al coco, y quizás les ayude a cobrar. Otros preguntan por qué no forman una cooperativa. Preguntas y preguntas muy comprensibles, pues el trabajador entiende de trabajar no de administrar ni de jueces ni de espera ni de informes ni de rollos.

Alguien del comité dice: Ahora tenemos que estar en stand by que es cuando un aparato se encuentra conectado, a la espera de recibir órdenes, por lo que sigue consumiendo energía. Pero cuánto miedo da la espera, hay espera hasta para ir al infierno, siempre en estado de espera.

Recuerdo esa palabra porque durante más de un año el horno alto número dos, el que ahora es el monumento representativo de este pueblo, decía la dirección, que tenía que estar parado, y los trabajadores lo manteníamos en stand by estaba con cargas y encendido y estábamos a la espera. La historia se va repitiendo y se repetirá toda la vida.

Se acercan las fallas, pocas ganas de fallas tienen los trabajadores, estarán porque quieren que se les vea con sus camisetas, la gente estos día sale a la calle para disfrutar, pero ellos estarán para luchar se están jugando su futuro y no quieren que nos olvidemos.

Quiero terminar diciendo que la superstición consiste en creer que de la lucha de todos contra todos puede salir otra cosa que la destrucción de todo.

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