Las válvulas instaladas hace años en la presa de Algar de Palància, tras las presiones políticas y de los regantes, todavía no se han llegado a gastar para cerrar el pantano y acumular agua, según han reconocido desde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) a preguntas de Levante-EMV. Ni siquiera con las recientes lluvias torrenciales se llegó a almacenar algo, como admitieron desde el organismo de cuenca sin llegar a precisar las cantidades registradas y que acabaron filtrándose al subsuelo o vertiéndose al mar.
Pese a la inversión de 1,8 millones de euros en la instalación de esas mal llamadas «compuertas», de momento, esa obra inaugurada en marzo de 2006 por la entonces ministra Narbona no ha tenido ninguna utilidad. La explicación oficial es que las válvulas no se cierran porque la puesta en carga de la presa no se ha ejecutado todavía pese a que se acabó hace 15 largos años.
Respecto a las razones de esto último, la justificación de la CHJ es variada. «En general, las aportaciones que recibe la presa son escasas debido a las pocas lluvias; además, almacena poca agua por la gran capacidad de infiltración del vaso y habría que reforzar o ampliar el tramo de la Sèquia Major que atraviesa la presa», aseguraban desde este organismo.
La necesidad de entubar o desviar esa acequia es una vieja reivindicación de los regantes de la cuenca baja del Palància; un colectivo que además nunca ha entendido porqué no se acometió esa obra antes de hacer la presa.
Sin embargo, desde la Sèquia Major se ha negado presiones a la CHJ para que no llene la presa hasta desviar la acequia. De hecho, la entidad ha acordado pedir a la Confederación que cierre las compuertas de Algar, la llene aproximadamente un tercio, con 2 millones de m3 y compruebe cuántos días aguanta allí el agua, es decir, si se se filtra en cuestión de días y «desaparece» o aguanta embalsada «uno o dos meses».
Esta operación, como apuntaba su presidente, Ximo Pons, «permitiría conocer con exactitud la utilidad de la presa para almacenar agua y es una pena que no se hiciera aprovechando las últimas lluvias, porque aunque casi el 90% se filtraría, el resto acabaría en el mar», calculaba. Ahora, precisaba que los regantes de la Sèquia Major no necesitan esa agua , ni están dispuestos a pagar los gastos que ello supondría. «Nosotros con el agua del pantano del Regajo que ya pagamos, con un río bien regulado donde no haya desapariciones de agua y con el goteo, tenemos bastante. De hecho, hemos pasado dos años de sequía y hemos aguantado», decía. «En realidad, „continuaba„ la compuertas se pusieron después de una presión política muy fuerte, pensando también en que el agua la aprovecharan pueblos de otras comarcas limítrofes, pero luego se vio que el vaso tenía una permeabilidad muy grande y, aunque se gastaron mucho dinero en taponar las entradas, aún no se ha confirmado cómo está la situación, porque la única vez que se llenó el pantano fue en el año 2000, con aquella riada que luego provocó un pequeño desplazamiento de la presa. Después, en aquello se invirtió para subsanarlo, pero nunca se explicó bien lo que había pasado. Y la realidad es que como nadie tiene necesidad de que esa presa almacene agua, no hay presión para conseguirlo y, como tampoco hay dinero, no se hace nada».
A su juicio, este llenado se podía programar para realizarlo cuando haya lluvias fuertes, «teniendo avisados a todos los técnicos que se deberían movilizar para ello».Aunque esa medida haría que el agua cubriera la acequia mayor, Pons apunta que «si la CHJ nos la limpia luego, no hay problema», opinaba además de asegurar que con las últimas lluvias, ese tramo del canal se ensució pero no se dañó y ya se ha limpiado.
