El concejal de Compromís, Quico Fernández ha solicitado la dimisión del concejal de Urbanismo, Paco Villar «porque ha sido incapaz de resolver un problema que ha puesto en grave peligro la seguridad de miles de personas». El nacionalista se refiere al desprendimiento de parte de la fachada de la torre de la calle del Castillo que se produjo el sábado por la noche. Una caída de cascotes que, según Fernández, a punto estuvo de causar daños graves a una familia que pasaba por debajo con sus hijos justo en el momento del suceso.
El líder de Compromís asegura haber denunciado ya la situación, ya que «no se trata de un accidente imprevisible, porque ya ha pasado en otras ocasiones y lo hemos denunciado sin que de momento, se haya solucionado el problema de manera definitiva. Incluso se llegó a colocar unas vallas que incomprensiblemente desaparecieron», decía. Por eso apunta como responsable al concejal de Urbanismo, que «debe presentar su dimisión de forma inmediata»
Los hechos ocurrían alrededor de las 20 horas cuando la Policía Local y los bomberos se vieron obligados a intervenir después de que desde la torre medieval cayeran elementos de la fachada a la calle. Desde Compromís se denuncia la falta de protección y el abandono de la vía por la que pasan diariamente muchos vecinos y «miles de visitantes como en esta semana o Semana Santa exponiéndose al peligro de que en ese momento caiga un trozo del edificio. No comprendemos cómo un problema tan grave no se soluciona de manera definitiva y desde el ayuntamiento no se actúa de manera urgente».
Fernández añadía que las vallas que están puestas no son suficientes y que «no se puede jugar con la seguridad de las personas; una cosa es un accidente imprevisible y otra es que no se pongan las medidas necesarias cuando ya se conoce el problema. Ya pasó algo parecido en la calle Armengol, pero se ve que no han aprendido. Es mejor proteger, aunque suponga molestias, que tener que lamentar accidentes».
Malla protectora
Por su parte, los vecinos solicitaron ayer en el PROP la instalación de una malla que proteja la zona de los desprendimientos de la torre, una medida que consideran debería haber tomado el ayuntamiento el propio domingo, tras lo sucedido, y no esperar a hacerlo el lunes inmediatamente después de que ellos lo solicitaran. Añaden que el consistorio conocía la situación.
