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El futuro de Lafarge enciende el debate en Sagunt

González (IP) acusó a Fernández de pretender cerrar la fábrica y el nacionalista tildó a los segregacionistas de «vendidos» a la multinacional

El futuro de Lafarge enciende el debate en Sagunt

La moción que presentó Compromís en el pleno de Sagunt para pedir la protección del suelo forestal que impida la apertura de canteras enfrentó duramente al portavoz nacionalista, Quico Fernández, con el segregacionista, Manolo González. Mientras este último acusó al primero de pretender cerrar Lafarge, queja que escenificó con una camiseta con el lema «Lafarge no se cierra«, el concejal de Compromís tildó al de IP de «demagogo, sectario y fascista», palabras que fueron respondidas con voces de «sinvergüenza» desde las filas segregacionistas.

González justificó su rechazo a la moción amparándose en los puestos de trabajo que podrían quedar afectados si se impide la actividad de esta multinacional y recordó la situación industrial por la que atraviesa Sagunt con el cierre de Galmed y los problemas en Bosal o Tumesa, entre otras empresas. «Nos hemos puesto varias camisetas de protesta y espero que no tengamos que ponernos ésta».

Fernández recriminó a los representantes de IP de utilizar distintos raseros. «Como esto es Sagunto, que se jodan», dijo haber escuchado por boca de algunos segregacionistas, mientras recordaba la oposición que demostró SP con el trasvase de arena de la playa del Port a Almardà, tildándolos de «sectarios».

Al margen de acusaciones, el edil de Compromís defendió su moción en la necesidad de proteger «la mejor zona forestal que tiene Sagunt, que no queremos que una multinacional francesa se la cargue. Por encima de mi cadáver», dijo.

Fernández se negó a ser «los vasallos de esta empresa» y defendió los intereses generales sobre los particulares. «Por encima está la protección del medio natural, que no tiene posibilidad de regeneración», unas palabras a las que se sumó el portavoz de Esquerra Unida, Fernando López-Egea, quien defendió los puestos de trabajo, «pero no a cualquier coste, no a costa de ser los vasallos de la empresa, de que nos chantaje. No podemos permitir que esta multinacional pase por encima de la población», recriminando a la corporación que no se le haya puesto ninguna piedra en el camino. Por eso, solicitó que se le diera un nuevo enfoque a la relación entre Lafarge y el ayuntamiento.

Además, el edil de la coalición de izquierdas en Sagunt denunció la situación laboral en la que se encuentran los trabajadores de Lafarge y sacó el informe epidemiológico del hospital Carlos III de Madrid, que demuestra una relación entre cementeras y ciertos problemas de salud y la incineración de residuos, «unas de las actividades más contaminantes».

Los socialistas, por su parte, pidieron que se retirara la moción como sucedió con el punto relacionado con Lafarge, para que la estudie la nueva corporación; una petición que fue aceptada pese al rechazo de EU y Compromís.

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