Hoy hablaremos de un espacio urbano ubicado entre el núcleo y un edificio singular y muy querido por los alfarenses: la ermita de Nuestra Señora de los Afligidos.
Iniciaremos el camino de la subida a la ermita desde el cruce entre la calle Doctor Almar, carretera a Algar y el monte de la Ermita. Como ocurre con el resto de las calles de Alfara, su descripción nos ayuda a conocer mejor nuestro pueblo y a sus gentes.
En el año 1978, Mercedes Orero Montesinos, abuela paterna de esta cronista, entendiendo junto con mi padre, mi madre, mi hermano y yo misma que era una mejora para nuestro pueblo, cedió oficialmente y de manera gratuita al ayuntamiento la propiedad familiar consistente en la Era situada al inicio del camino de la Ermita, para, con la subvención de la Diputación de Valencia, crear la escuela municipal de párvulos.
La primera escuela de los párvulos en la localidad data de principios del siglo XX y estaba situada en la planta primera de la casa situada en la calle Alfarerías nº 2, de donde pasó en la segunda mitad del siglo a la calle Fray Pedro nº 2; de aquí se ubicó en las instalaciones construidas en la citada Era y de allí pasó a integrase en el centro escolar público.
La Era consistía en un espacio en forma redonda de tierra compacta y limpia donde se trillaba el trigo. En Alfara había varías y pertenecían a distintos particulares. A veces, se alquilaban.
Luego, esta Era fue el lugar donde en Pascua se juntaban las madres con sus niños pequeños a jugar y a pasar la tarde. Las niñas iban con sus cestitas donde se traía la merienda y la mona de pascua. Una vez allí, los juegos, saltar a la comba, las risas, la diversión constituían el paso de la tarde.
Una vez los párvulos ya en el centro escolar, la Era y su construcción se adecuó para acoger a la primera Asociación de Jubilados y Pensionistas de Alfara de la Baronia. Y actualmente es la guardería.
La Asociación de Jubilados y Pensionistas inició su camino en la década de los años 1980. Junto con las actividades y reuniones propias a su institución. Es de destacar que renovó e impulsó la festividad del patrón de la localidad, San Agustín, Obispo, cuya celebración es el día 28 de agosto.
Festividad del patrón
La festividad del patrón había decaído hasta tal extremo que no se celebraba. Con el patrocinio de la citada asociación y con la autorización del ayuntamiento y de la Iglesia se iniciaba el día con una misa solemne, seguía una comida de hermandad en la planta primera del Casino a la que invitaban al alcalde, al médico, al sacerdote, al director de Caja Sagunto, a miembros comarcales y provinciales de la asociación de jubilados. La comida solía ser un plato de entremeses, paella, helado. A continuación, en el mismo local, había un baile. Por la tarde se celebraba la procesión en honor al patrón de Alfara.
Ese impulso, ese interés en retomar la celebración del Día del Santo Patrón, debe ser agradecido por todos los alfarenses. Hoy en día esta fiesta está incorporada. Se lo debemos a nuestros mayores que también tienen su propio local en lo que fue la Cooperativa de San Agustín, de la cual los alfarenses como socios cooperativos formaron parte y la crearon.
En el ayuntamiento, ante el alcalde Enrique Carreres Garriga, Mercedes Orero Montesinos cedió la Era al pueblo y, en el mismo acto, estando conforme mis padres, cedió gratuitamente al municipio la propiedad familiar ubicada en los terrenos lindantes con el margen izquierdo del inicio del camino de la ermita, zona rústica, donde había matorral y árboles frutales, entre ellos un hermoso albaricoquero del que recuerdo cuando, siendo niña, íbamos con nuestra abuela a recoger su sabroso fruto.
Mercedes Orero Montesinos era biznieta de Mariano Orero quien firmó, el 14 de mayo de 1799, por parte de los alfarenses, el contrato por el que se amplió, decoró y pintó la Iglesia de Alfara. Este documento se encuentra en el Archivo del Reino de Valencia y fue reproducido en el libro Realengo y Señorío en el Camp de Morvedre, doc. 18. Era sobrina del también alfarense Pare Orero, sacerdote, franciscano y catedrático de Teología y Moral quien ayudó en momentos necesarios a Alfara. Su sobrino, hijo de un primo-hermano, y médico Andrés Arbiol fue quien introdujo por primera vez el uso de la penicilina en Alfara al ayudar al médico local en un parto; y fue uno de los médicos encargados de la sección médica del ejército republicano en el Frente de Teruel de la Guerra Civil de 1936.
Y es que colaborando entre todos es como nuestro pueblo mejora, los vecinos se respetan y los jóvenes tendrán un futuro.
