Las talas masivas de pinos muertos para frenar la expansión de los insectos que los «devoran» han comenzado en Sagunt, meses después de la finalización de los trabajos del plan de empleo 2014 que retiraron miles de ejemplares afectados y de que acabara la extracción mecánica en Algímia d' Alfara, Alfara de la Baronia y Torres-Torres. A diferencia de lo ocurrido en estas tres últimas localidades, las primeras tareas de este tipo realizadas en Sagunt por una empresa maderera llegan impulsadas por la propia Conselleria de Territorio, al afectar a montes de utilidad pública de propiedad municipal.
La partida de El Codoval ha sido la zona escogida por la empresa Gil Forestal para empezar a retirar los miles de árboles afectados por las plagas del Tomicus destruens y Orthotomicus erosus, dos especies que campan a sus anchas en épocas de sequía.
Estos trabajos se realizarán en 255,10 hectáreas de monte saguntino a través del contrato que adjudicó la Conselleria de Terriorio y Medio Ambiente, con un presupuesto de unos 20.000 ?. Sin embargo, sólo en Sagunt, hay otras muchas hectáreas boscosas afectadas por estas plagas donde la misma conselleria también obligó a retirar los pinos afectados, tanto a ayuntamientos como a particulares.
En el caso de los terrenos municipales que no son monte público, la previsión del actual gobierno en funciones del PP era firmar un convenio con alguna firma maderera para que retirara gratis los árboles dañados, a cambio de llevarse los troncos extraídos, aunque una vez reducidos a astillas. Esto último no ha sido posible en las zonas del término donde la conselleria ya ha empezado a actuar, dado que la orografía del terreno complicaba el aprovechamiento y no lo hacía rentable para las madereras. Sin embargo, el PP entendía que en otras partes del término sí era posible, al igual que han hecho los Ayuntamientos de Algímia d' Alfara, Alfara de la Baronia y Torres-Torres.
A falta que el próximo gobierno local decida qué hacer allí, en el monte de utilidad pública, el plazo de ejecución inicial es de 3 meses, pero la previsión es paralizar estas tareas los días en los que la Generalitat decrete la alerta 3 por riesgo de incendio. Esto último es habitual en los tórridos días de verano, con lo que no se desacarta que las tareas puedan prolongarse durante más tiempo. Aún así, desde la empresa Gil Forestal se asegura que de momento se están realizando las talas «de acuerdo con los plazos marcados», como afirmaban a Levante-EMV.
