La muerte repentina de una vecina movilizó a la Guardia Civil y a la Guardia Rural de Sagunt, que fueron alertadas tras una llamada al 112 en la que se avisó de la presencia de una mujer inconsciente en una casa de montaña.
Los primeros en llegar al lugar del suceso, un chalé en la partida de Bonilles, fueron los agentes de la Guardia Rural quienes encontraron a esta vecina tumbada con signos de desmayo y con livideces en la parte derecha a causa de su posible desfallecimiento y posterior golpe contra el suelo.
Los guardas le tomaron el pulso e hicieron una prueba de seguimiento ocular pero no hallaron ningún tipo de respuesta por parte de la afectada, sospechando lo peor.
De inmediato, acudió hasta la zona una unidad del Servicio Médico Urgente ( Samu), cuyo facultativo acreditó el fallecimiento de la vecina. Además, se trasladó hasta allí una patrulla de la Guardia Civil y de la policía judicial.
Los hechos se producían cerca de las 17 horas, cuando la vecina había salido a pasear por el jardín de su propiedad mientras su esposo se quedaba dentro del chalé dormido, según fuentes cercanas a la investigación.
Al despertarse y percatarse de la ausencia de su mujer, sale en su busca y se la encuentra en una situación crítica, en el suelo, aunque todavía con vida. Se apresura a llamar a un vecino, quien da el aviso en el 112, aunque en el transcurso de ese tiempo, la mujer fallece. «Desde que se nos da el aviso hasta que llegamos, pasó apenas un minuto y medio y la ambulancia llegó tres minutos después», comentaban desde la Guardería Rural. Dos horas más tarde, se personó el forense procediendo al levantamiento del cadáver que fue trasladado hasta el anatómico forense, según fuentes del cuerpo rural.
De momento, se desconocen las causas de su muerte, que tendrá que determinar al autopsia aunque todo apunta a una complicación de salud, ya que la fallecida padecía varias dolencias.
Como ha podido conocer Levante-EMV se trata de una vecina de 69 años de edad, nacida en Gijón aunque con residencia en Valencia.
