Tres meses de prisión por un delito de abandono de familia ha sido el castigo impuesto por el juez y aceptado por unos padres que permitieron que sus hijos de 13 años faltasen de forma injustificada a más de la mitad de las clases entre la segunda parte del curso 11-12 y todo 12-13.
Este caso, resuelto en el juzgado de lo penal número 10 de Valencia, tras la instrucción llevada a cabo desde Sagunt, se incoó a partir del informe de la concejalía de Educación de la capital de El Camp de Morvedre, procedimiento que forma parte del protocolo contemplado en el reglamento municipal de absentismo escolar.
Como ciudad pionera en la lucha contra este problema, Sagunt ha llevado a los tribunales varios de estos casos, el último de los cuales afecta a dos hermanos que cursaban sus estudios de secundaria en el municipio. Según se detalla en la sentencia, ambos menores faltaron de forma injustificada al instituto 99 y 86 días, respectivamente, desde enero a junio de 2012.
Por lo que respecta a los primeros meses del siguiente curso, estas ausencias alcanzaron los 36 días en ambos casos, mientras que a lo largo de los dos últimos trimestres, las faltas a clase alcanzaron un promedio de dos de cada tres horas en uno de los hermanos y casi la mitad en el caso del otro.
Durante todo este periodo de año y medio, según reconoce el juez en su fallo y viene recogido en el reglamento municipal, los condenados fueron convocados por la dirección del instituto, los servicios sociales del ayuntamiento y la comisión de coordinación de absentismo escolar, donde se les informó de la obligatoriedad de la enseñanza y de las consecuencias derivadas del incumpliento, «sin que variase por ello su conducta».
Sentencia firme
Esta sentencia es firme, después de que los acusados aceptaran la descripción de los hechos, su calificación y que la pena propuesta tanto por el Ministerio Fiscal como por la acusación particular, en este caso el Ayuntamiento de Sagunt, era procedente, después de que el juez oyera a los acusados acerca de que su conformidad se prestaba «libremente y con conocimiento de sus consecuencias».
